Se distinguen porque visten camisas negras con letras amarillas y gorras del mismo tono, su presencia no es agradable para algunos y otros por el contrario la ven con buenos ojos, son los integrantes de equipo de la oficina de espacio público, que a diario recorren las calles de la ciudad tratando de rescatar el espacio público, invadido por comerciantes informales que buscan ganarse el pan de cada día de manera honrada.
No es fácil su trabajo, seguro que no lo es.
Mientras algunos sostienen que ningún particular puede sacar provecho pecuniario del espacio público, por más que se trate de personas que no tienen más alternativa para procurarse un ingreso, otros opinan lo contrario y consideran que distintas actividades económicas en parques y aceras, entre otros, le dan mayor vitalidad, al tiempo que facilitan la inclusión social.
De todas maneras la ocupación del espacio público no deja de preocuparnos a todos.
¿Qué hacer frente al problema?
Está la necesidad de crear reglas claras para este problema, sin desconocer la jurisprudencia de la Corte Constitucional que protege a los informales.
Hay que reconocer que esta administración se ha dado la pela de defender el espacio público que es de todos sin desconocer los derechos que tienen los informales, medida que la verdad no es para nada popular y no genera réditos políticos pero que la verdad si es necesaria en nuestro municipio.
El espacio público hace referencia a lugares de libre acceso y libre utilización, donde ocurre lo colectivo y donde se ejerce gran parte de la ciudadanía. Caso puntual, las aceras y andenes de cualquier punto de Magangué.
Pero hay que ser claros y decir que esa ocupación indebida del espacio público no es solamente de los informales sino también de los comerciantes formales que ocupan con mesas con sus productos las aceras o las constructoras que estacionan camiones obstruyendo el paso de los peatones.
La verdad es que hay la concepción equivocada de que lo público se puede someter a todos los abusos de particulares, como si cada habitante tuviese derecho a parcelarlo. El concepto correcto es el contrario: por ser de todos es intocable por individuos que lo pretenden usar para provecho personal por encima de los demás ciudadanos.
Este es un problema que es de todos y recuperar el espacio público requerirá sobre todo mucha educación, es por eso que el llamado es a respetar a los funcionarios encargados de esa labor que con la misma solo buscan, cumplir con la norma y por ende el bienestar para todos.