Todo parece indicar que ni Colombia ni los colombianos después de más de cincuenta años de guerra que dejo miles y miles de muertes a lo largo y ancho del territorio, no estábamos preparados para asumir el compromiso de la paz.
Los hechos así lo demuestran, más de 113 desmovilizados de la guerrilla han sido asesinados desde la firma de los acuerdos y se dice por parte de la fiscalía, que dichos actos de violencia han sido cometidos por las disidencias del mismo grupo que no quisieron acogerse a los acuerdos firmados.
Pero no todo ha sido negativo, se puede decir que si en algo ha avanzado este acuerdo es en materia de puesta en marcha de proyectos productivos en diferentes partes del país en donde se asentaron los desmovilizados.
Respecto a la muerte de desmovilizados hay que recordar que, como es la constante en los procesos de paz, el firmado con las Farc no estuvo exento de contar con disidencias. Las mismas que, además de haberse dedicado a delitos como el narcotráfico y la extorsión, son, las principales responsables de los asesinatos de los excombatientes.
Pese a estos asesinatos de acuerdo con las cifras que maneja el mismo gobierno, el 91,7 por ciento de los excombatientes de las Farc se mantienen dentro del proceso de paz, conforme las propias cifras del Gobierno. Es decir, el porcentaje de disidentes es del 8,2 por ciento, proporción que está por debajo de la media mundial.
Un punto a favor del proceso es que se puede decir que nueve de cada diez guerrilleros que se comprometieron en los acuerdos de paz y entregaron sus armas, se mantienen fieles a los acuerdos.
Para aquellos que no les gusto el acuerdo y desean y aman la guerra, es bueno que sepan que es un logro muy importante para la seguridad y tranquilidad de los colombianos que hoy existan trece mil ex combatientes que salieron del conflicto armado y están en el proceso de paz.
Las listas presentadas por las Farc a la Oficina del Alto Comisionado para la Paz incluyeron a 14.178 ex miembros de la guerrilla, y actualmente, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) está atendiendo a 13.010 exguerrilleros.
El desafío del Gobierno es impedir que las disidencias crezcan, no solo en número sino en capacidad de daño, pero no se puede negar que si bien es cierto no se ha cumplido a cabalidad con lo pactado en la Habana, si hemos avanzado en algo.
En lo que si no se avanza lamentablemente es en la aguada polarización que vivimos los colombianos.