“Sepan esto, Colombia es nuestro socio más importante en la región y cualquier amenaza a su soberanía o seguridad enfrentará la determinación de los Estados Unidos”, anunció este el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en el marco del encuentro del Grupo de Lima, en Bogotá.
Así claro, concreto y sin medir las consecuencias que esa afirmación lleva para el pueblo colombiano, funcionarios norteamericanos nos dieron el preaviso que tenemos que estar preparados para cualquier alteración guerrerista en nuestro país por parte del gobierno – no muy coherente y cuerdo- de Venezuela.
Preocupante que seamos afectados por una posible invasión del gobierno norteamericano para solucionar un problema del pueblo venezolano, pero que como van las cosas terminaría afectando a los colombianos que nada tenemos que ver con el hecho.
Que nos duele; claro que nos duele, como no nos va doler si son un pueblo hermano que en los momentos aciagos que vivió nuestro país nos abrió sus puertas a muchos de los colombianos que se asentaron allí huyendo del conflicto armado que se vivía como consecuencia del narcotráfico y los grupos guerrilleros.
Aunque el grupo de Lima concluyó en su declaración que se aboga por una salida pacífica y negociada a la crisis venezolana, la declaración del vice presidente de los estados unidos no deja de causar preocupación.
Y causa preocupación no porque pensemos que esa sea la verdadera intención del gobierno de los Estados Unidos, sino porque la cúpula gubernamental que está en el poder del hermano país, ha demostrado poca coherencia en su accionar.
Cualquier acción militar ordenada desde Venezuela lo más seguro es que sea dirigida hacia Colombia y afectará- Dios quiera que nunca se de- solo a colombianos que nada absolutamente nada tenemos que ver con el problema del hermano país.
Cabe preguntarse a estas alturas, si el gobierno del presidente Iván Duque Márquez y su equipo asesor, en algún momento han dimensionado las consecuencias que puede tener sobre el pueblo colombiano un tipo de acción militar por parte de los venezolanos.
Como si los cincuenta años de guerra interna que vivimos con la guerrilla y que dejo miles de cientos de muertos entre campesino, guerrilleros y miembros de las fuerzas militares, no hayan sido suficientes para ahora y por un conflicto ajeno tengamos que poner en vilo la vida de muchos colombianos.