Eloina Valdez Anillo y Víctor Manuel Castro Sarabia, de 67 y 87 años, respectivamente, son dos ancianos residentes en el corregimiento de San Cayetano, en el municipio de San Juan Nepomuceno. Aseguran que desde la desaparición de los hermanos Rivera Rodríguez, la mañana del pasado jueves, sienten que el temor volvió a invadir las calles de esa pequeña comunidad enclavada en el corazón de los Montes de María.
Con lágrimas, Valdez expresó que están amedrentados y que no quieren que la tranquilidad y la seguridad se vaya a ver afectada por quienes quieren que todo se convierta en un caos, tal como sucedió hace más de una década.
“Hace unos 12 años no escuchábamos sobrevolar tantos helicópteros y tampoco ver tantos policías y soldados dentro del corregimiento, hasta hace cuatro días. Nuestras vividas eran tranquilas, pero ahora nos invade la zozobra”, dijo la anciana.
Agregó que la desaparición de los dos hombres remueve en ellos el tiempo en que las personas se desaparecían y nadie sabía más de ellos. La vida en San Cayetano volvió a dar un gran giro que nos devuelve a los horrores que provocó la guerra.
En ese mismo sentido, Víctor Manuel manifestó que se siente inseguro pese a que las condiciones de seguridad están dadas, puesto que la gente se esconde y no se atreven a salir por temor a lo que pueda suceder.
“Nos preocupa mucho imaginar a esos dos hombres amarrados en el monte, con sed y hambre y sus familiares destrozados porque unos insensatos quieren sacar algún lucro de esta triste situación que altero al centro poblado”, agregó.
Carolina Aguancha Moreno, inspectora de Policía del corregimiento, asegura que desde el jueves comenzaron una cadena de oración por la liberación de los hermanos Rivera y por la seguridad de toda la seguridad de San Cayetano.
“No hay grupos armados”
El alcalde, Benito Acosta Vergara, dijo que la desaparición de los dos hombres no lo pueden tipificar como un secuestro y estiman que es un hecho aislado porque en ese municipio y mucho menos en los Montes de María hay presencia de grupos armados ilegales.
“Junto con las autoridades departamentales y nacionales estamos trabajando para que los momentos de dificultades no vuelvan a esta subregión, pero hay que entender que en la zona donde se presentó la situación es bastante distante del corregimiento y del municipio de San Juan”, indicó el funcionario.
Acosta dijo que en San Juan viven en una paz que han consolidado con los años y que el caso de los hermanos Rivera lo están tratando con todo el respeto y están atendiendo a las familias para que no se repita.
Por su parte, el coronel Óscar Lamprea, comandante de la Policía en Bolívar, asegura que aparte de las investigaciones que están adelantando para dar con el paradero de los dos hombres, están acompañando a la comunidad para garantizar la seguridad.
“Actualmente los campesinos, los ganaderos y demás miembros de la comunidad se pueden desplazar sin ninguna situación espacial porque nosotros estamos sobre el territorio y estamos adelantando algunas actividades especiales”, añadió el oficial.
En cuanto a la presencia de los helicópteros y al temor que expresa la comunidad, no se compara en nada con lo que paso hace muchos años en esta subregión, por el contrario, ahora las autoridades cuentan con elementos más sofisticados para poder desarrollar la investigación que adelantan actualmente.