La sociedad colombiana vuelve a vivir la pasión del futbol con la participación de la Selección Colombia en la Copa América que desde el viernes anterior se está desarrollando en el vecino país del Brasil, que se reflejó el domingo anterior con el partido sostenido por la Selección Colombiana, con el onceno de Argentina. El triunfo arrollador de nuestra amada Selección frente al equipo Gaucho, 2-0, demostró la magia y el talento de estos aguerridos jugadores, que ha permitido liderar el grupo conformado por las demás selecciones de Catar y Paraguay. Está demostrado que cuando sucede un desastre y juega la selección Colombia, todos los compatriotas nos unimos sin interesar la condición económica, credo, raza o cualquier otro factor humano, que impida que la alegría nos contamine por la pasión frenética al futbol.
Lo realizado por el equipo del Director Técnico de origen portugués Carlos Queiroz, es destacable y meritorio, porque este seleccionado con este triunfo, tienen la oportunidad de pasar a la segunda vuelta. Con ello podemos revivir lo acaecido en el anterior campeonato mundial de futbol realizado en el Brasil cuando por primera vez llegamos a los cuartos de final, hecho que aglutinó a toda la sociedad colombiana en una solidaridad y emoción nunca vista.
Es claro, que este torneo focaliza la atención de todos los aficionados al balompié por las características especiales que se presentan en la actual coyuntura deportiva del país. La participación de la selección colombiana de fútbol seguirá haciendo vibrar todos los corazones de nuestra sufrida y amada patria, por las expectativas de triunfo que están en manos de ese puñado de jugadores que han sido escogidos por la altura y calidad futbolística que han demostrado. Será una gran oportunidad para demostrar que este deporte de masas es un mecanismo para fortalecer el bienestar de los pueblos y disipar las preocupaciones y dificultades que sufre el ser humano en épocas de crisis.
Es indispensable que los hinchas asuman un papel de respeto y de colaboración con las autoridades, una vez se terminen los partidos para evitar accidentes de tránsito, que en algunas ocasiones pueden generar lesionados y muertes por no atender las normas establecidas para tal efecto. La alegría y la euforia, no es un pasaporte para buscar la violencia y la agresión contra las demás personas que también están gozando de las victorias de la Selección Colombia. Seguiremos acompañando a nuestro seleccionado con alma, vida y con la camiseta puesta que enorgullece los sentimientos propios de un país que busca la paz y nos hace sentir, una potencia mundial en este deporte.