Ojalá la décima sea la vencida.
Desde que entró en vigencia la carta política del 91, diferentes gobiernos han tratado de hacer reformas en diez oportunidades de la justicia, pero ese mismo número de veces ha fracasado.
Fracasos como el de la creación del Consejo Superior de la Judicatura, que pese a ser inoperante –de acuerdo con los entendidos en la materia- se resiste a desaparecer.
El actual gobierno presento al congreso una propuesta de reforma que se concentra en los problemas que afronta la cúpula del poder judicial, proponiendo soluciones frente a la congestión de los juzgados, en muchos de los casos por el mal uso de la acción de tutela.
La tutela ha sido un mecanismo de defensa de los colombianos para que se respeten y se cumplan sus derechos, pero un muchos de los casos de se ha abusado de ella.
Hay voces a favor y en contra de la propuesta del gobierno, como aquella que exige que para ser magistrado de una Corte se debe haber sido juez por lo menos cinco años, como también un rechazo total a la eventual posibilidad que el Fiscal general de la nación se elegido por el presidente de la república.
Es claro que no es conveniente que el ´presidente tenga un fiscal de bolsillo.
Plantea el gobierno ordenar el uso de la tutela, el arma más utilizada por los colombianos para defender sus derechos, pero mal utilizada. Una cosa es ordenar su uso y otra acabarla como lo planteo en campaña el presidente y el partido que lo respaldo.
Una cosa si es verdaderamente cierta, la justicia hay que reformarla y reformarla ya.
La justicia tiene que volver a tener credibilidad por parte de los colombianos, porque los recientes escándalos como el caso del cartel de la toga, o los sobornos a algunos jueces que amañaban fallos, la ha dejado muy mal parada.
La justicia si hay que reformarla, pero no para acomodarla para beneficio de algunos, con la propuesta de crear una sola corte, esa no es la salida.
Pero lo más importante de esta reforma que se haga a la justicia, es que la misma sea para aplicársela a todos los colombianos y no como sucede en la actualidad que el rigor de la misma solo se le aplica a los de ruana y abarcas.