Magangué ciudad región, sigue esperando, que en el año 2019 se continúen resolviendo los grandes problemas sociales y económicos que afligen a sus habitantes; especialmente los que tienen que ver con los servicios públicos básicos, que los gobernantes se olvidan resolver, incumpliendo promesas de campaña, una vez llegan al primer cargo del municipio, está claro que el servicio de alcantarillado no existe, si no en una mínima proporción igual o inferior a la de los años 90s, el servicio de agua potable o de acueducto sigue siendo deficiente, para una ciudad como la nuestra que quiere desbocarse en desarrollo y progreso, pero que la gestión pública no contribuye a ello, con el agravante que en el concierto de los municipios nos conocen como la ciudad de los ríos; el aseo sigue siendo un tormento para nuestra comunidad; la energía eléctrica supremamente costosa tanto en lo residencial como en lo agroindustrial, constituyéndose en un cuello de botella que impide nuestro progreso y desarrollo, y qué decir de las calles del casco urbano que parecen verdaderas trochas rurales que nos hacen recordar a diario, la miseria en que viven nuestros numerosos corregimientos, que al igual que nuestros barrios, en su mayoría padecen la tragedia de infraestructura de servicios públicos básicos.
La actual administración en ese orden de ideas, con la crisis financiera en que se debate, tutelada por la ley 550 de 1999, ha gestionado positivamente algunos asuntos que están contribuyendo a cambiarle la cara a la ciudad, como es el caso de la semaforización, con ella se ha logrado en parte contener la furia de los motociclistas y darle un respiro a los habitantes en su diario desplazamiento local; sin embargo siguen las motos siendo un peligro para los transeúntes en nuestras calles, por la incultura e impericia de quienes las manejan; no hay autoridad que en forma continua aplique la normatividad, que regula esta clase de transporte, es un caos el que padecemos y que no nos permite ver en este asunto la luz al final del túnel.
Nos lamentamos de la destrucción de la infraestructura agroindustrial desaparecida por la corrupción, en las antiguas instalaciones del Idema, tanto lo que tenía que ver con los silos, en las administraciones pasadas; como de las grandes bodegas en ésta administración, para darle paso dizque a los juegos nacionales, cuando ellos se han podido hacer en otro lugar de nuestro extenso municipio y dejar esas bodegas para almacenar productos de nuestros agricultores como el arroz pady etc. hasta hoy esa situación nos recuerda lo que sucedió en Ibagué, que tiene tras las rejas a varios funcionarios públicos de la ciudad musical de Colombia.
A propósito del antiguo lote del Idema sector contiguo a las instalaciones de la Policía Nacional que se anunció con bombos y platillos, se construiría en él, el SENA para nuestro municipio y región, todo quedó al parecer en una frustración más para nuestra comunidad y más aún cuando vemos que esa Institución del orden Nacional, sigue construyendo por todas partes sedes, que contribuyan con la educación técnica de nuestras juventudes. Eso sigue demostrando que Magangué no cuenta con unos dirigentes políticos con peso específico, como si lo tienen otras regiones con menos politiqueros y haciendo más por sus pueblos.