No cabe duda que el narcotráfico ha sido uno de los factores que más daño le ha hecho a nuestra sociedad de hoy y por ende a la familia, un daño que pese a los estudios o análisis que se hagan, nunca podrá ser cuantificable.
El narcotráfico deja secuelas de violencia, muerte y la degradación social y destrucción de las familias como consecuencia de la drogadicción en la que caen nuestros hijos o familiares cercanos.
No pasa un día en nuestra vida cotidiana en la que no tengamos que informar o lamentar hechos muy dolorosos que son la resultante del flagelo del maldito narcotráfico que parece que se hubiese enquistada en nuestras vidas.
Estupor y dolor causo la noticia de la captura de un menor de solo catorce años sindicado a su corta edad de más de diez asesinatos, un niño que debería estar estudiando o jugando con su pares fútbol en cualquier parque de una ciudad, estaba era dedicado al asesinato de personas por encargo.
Ojala esta fuera una de esas face news o noticias mentirosas que a veces hacen carrera en los medios de comunicación, pero no es así y así lo reveló la misma Fiscalía que dio a conocer su prontuario criminal a tan corta edad,
La mafia conoce mejor las leyes en Colombia y es por eso que saben cómo escabullirse de ellas, como en este caso utilizando menores de catorce años que por su edad y de acuerdo con nuestra ley, son inimputables.
Algunos sociólogos, siquiatras y psicólogos han dicho que este niño ya no es rescatable para la sociedad y hasta puede que tengan razón, pero si bien el niño cayó en esta desgracia en algo debió contribuir su familia y la misma sociedad.
Falta de afecto, comunicación, apoyo, orientación y hasta abandono por parte de su familia y muy seguramente la mirada displicente de una sociedad que no lo tuvo en cuenta, pudieron ser uno de los factores que llevaron a este menor a caer en las redes de la criminalidad.
Nos queda como sociedad para que estos casos no se vuelvan a repetir, es iniciar la tarea de salvar a miles de niños y jóvenes de caer en las garras de ese lobo feroz llamado narcotráfico y perseguir sin descaso por parte de las autoridades a los cerebros y las bandas criminales que andan a la caza de estos menores.
Pero también la sociedad en general debemos ser conscientes que no podemos seguir siendo indiferentes ante los problemas y las necesidades de las clases vulnerables de nuestro país.