
Desde el año 1.894 tiempo en que concluyó el cartagenero la última de sus cuatro presidencias, no ha vuelto el caribe colombiano tener el honor de tener un presidente. Claro está que hay que reconocer que como de la talla intelectual de Rafael Núñez no es fácil de igualar, orador, poeta, literato, historiador y el autor de la letra del himno de Colombia y un hábil político, con el empleo de astutas estrategias, logró ser elegido presidente en cuatro ocasiones con el apoyo del partido conservador y gran parte del partido liberal. Sabiendo sortear cuantos ataques sus enemigos le hicieron con el fin de derrocarlo.
Pareciera que bastaron las cuatro presidencias de Rafael Núñez para que nuestra región nos conformáramos de no tener otro presidente, desde el año 1.894, a excepción del barranquillero conservador Evaristo Surdís que mucho tiempo después realizó un intento fallido para ocupar el puesto más importante de la nación, resultando presidente para ese tiempo Misael Pastrana Borrero en vigencia del Frente Nacional en la que se alternaban presidencias el partido liberal y conservador.
Sentimos los costeños como si fuera una regla de obligatoria aplicación que los elegidos para la presidencia de Colombia sean bogotanos, antioqueños o en otros términos y de acuerdo al lenguaje costeño del interior del país, regla del cual hemos sido sumisos, nadie ha tenido los pantalones de romper el hielo para acabar con tan inequitativa práctica política, que quiera o no quiera ha perjudicado al Litoral Caribe que al tener presidente mayores cantidades serán las inversiones de recursos para obras de gran impacto del cual los departamentos costeros necesitan y no ha habido manera de concretarlas.
Para los años 1.982 el tiempo en que estuvo de presidente Belisario Betancourt comenzó a darse los primeros brotes de inconformismo porque en el presupuesto nacional se destinaban irrisorias partidas para inversión pública en la costa, de parte de unos parlamentarios de la región, el cordobés Amaury García, y ex ministro de salud, padre de la Senadora Nhora García, el atlanticense Abel Carbonell, ambos fallecidos y otros, realizaron un bloque para que de esa manera fueran escuchados con mayor peso sus reclamos, dando satisfactorios resultados, porque a partir del momento a la hora en que los gobiernos organizaban el presupuesto tenían el cuidado de asignarle a la costa mayores recursos.
Actitud que siguió el ex gobernador del Atlántico, Verano de la Rosa quien ha liderado a un número de políticos con estos fines, pero es bueno recordar que históricamente que aún lo hecho por Verano De la Rosa, es loable, fueron otros costeños, y en tiempos pretéritos que iniciaron esta lucha.
Cómo quién dice, para el ahogado el sombrero, sino se consigue presidentes costeños por lo menos mayores recursos para la costa, y fue la razón por el cual que las aspiraciones de estos rebeldes no fueron presidenciales, limitándose al mejoramiento presupuestal. Han pasado 126 años sin que Colombia tenga un presidente costeño, lo que es no solamente inequitativo sino absurdo y arrogante, más cuando la costa por su riqueza ha determinado el crecimiento económico de Colombia.
Y agregaría el fanatismo por los partidos que se dieron en la costa después de la violencia partidista y durante el tiempo del frente nacional, los electores de la costa sólo le importaba que se eligiera presidente liberal o conservador y poco le importaba que fuera o no costeño. Muchos presidentes liberales fueron elegidos gracias al grueso de electores liberales que para la época existían en la costa caribe.
Ahora Alejandro Char ex alcalde de Barranquilla, quien cambió la cara con sus buenas obras a la capital del Atlántico ha manifestado sus ganas de aspirar a la presidencia de Colombia, estamos en otro tiempo, complicado que concrete su proyecto, pero, de pronto las cosas no están como estuvieron en otras épocas. Porque no le resulta fácil congregar alrededor la mayoría de los partidos actuantes en Colombia y con la tradicional pugna que todavía no acaba de un partido a otro, no debemos olvidar que los Char están matriculados con la política de Vargas Lleras y el resto de partido tendrán la aspiración de que el otro presidente sea de su colectividad, principalmente el uribismo pretenderá seguir con el poder eligiendo a otro prestante militante de su partido y así estarán las otras agrupaciones políticas.
De todas maneras sería un ensayo interesante para verificar que opción tiene la costa caribe para elegir hoy en día un presidente costeño.
Y finalmente no hay que desconocer el trabajo que ha hecho Gustavo Petro para llegar a la presidencia, quien nació en Ciénaga de Oro Córdoba, respetando su proyecto político, pero que no lo compartimos.