
Para los que no lo creían y eran escépticos cundo se decía que la elección de Iván Duque como presidente de los colombianos no era otra cosa diferente que el arribo nuevamente al poder del ex presidente Uribe, con el informe del New York Times sobre la directriz del comandante del ejército de pedir a sus unidades el incremento de positivos en su accionar, no es más que la muestra que las políticas violentas generadas durante los ocho años de gobierno de Uribe, regreso en cuerpo ajeno pero con el mismo nombre, ‘Falsos Positivos’.
Para nadie es un secreto que el Centro Democrático -amparados en la teoría de la defensa institucional de la democracia- no quiere, no le gusta, no lo visualiza, no le interesa la paz del país sino la guerra.
Si bien es cierto que el incremento de esos falsos positivos no se han dado hasta el momento, si es claro que existía esa intencionalidad de revivirlos pese a que de varias maneras han intentado negarlos desde la orilla del gobierno.
Las madres de Soacha y muchas otras que viven en el anonimato, saben el dolor que les causo esa práctica nefasta realizada durante los ocho años de gobierno de la cabeza visible de esa colectividad, práctica que fue rechaza por organismos internacionales de protección de los derechos humanos.
El presidente es el jefe máximo de las fuerza militares y por lo tanto no se puede decir que no tenía conocimiento de la directriz que entre otras cosas fue retirada el día anterior por parte del mismo comandante del Ejército.
Es claro que Duque no tiene el mismo carisma ni liderazgo que tiene el ex presidente Uribe y que no tiene la experiencia que se requiere para gobernar y es por eso que está afrontando las dificultades de todos ya conocidas.
Todo el mundo sabe que el verdadero presidente de este país es el ex presidente Uribe quien detrás de bambalinas mueve las cuerdas es el ex mandatario y poco o nada es lo que hace Duque sin la anuencia de su jefe.
Así quedó demostrado desde el mismo día de su posesión cuando el presidente del congreso, “el bachiller” Macías en su discurso hablo más de Uribe que del mismo Duque, lo que dejo en evidencia que el discurso no era de Macías, sino fue elaborado por el CD para que los colombianos nos diéramos cuenta que quien gobernaría estos cuatro años no sería Duque sino el ex presidente, y a fe que lo está haciendo.
Este salto al pasado al regresar a los falsos positivos no tiene muy contentos a los mismos militares y aunque no se han dado si es una voz de alerta para los colombianos y para las organizaciones protectoras de los derechos humanos.
Si bien es cierto que no hay falsos positivos en cuanto a bajas, parece que si lo hay en capturas pues, en mayo de 2018 el ejército capturo a 611 personas y en lo que va del mes de mayo de este año ya van 1526, es decir más de un 150% con relación al año anterior.
Pero esto se puede caer si el Presidente Duque da un paso a la izquierda y gobierna solo y no cumpliendo las órdenes del ex presidente, porque entre otras cosas el Uribismo es solo Uribe pues el mismo no deja emerger nuevos liderazgos y ya su caída en la favorabilidad y respaldo de los colombianos va en caída.
De todas maneras no hay duda que el Uribismo volvió al poder.
*Consultor y Asesor Político, Comunicaciones y
Organización de Procesos Electorales