En redes sociales se han vuelto tendencia etiquetas como #NiUnaMás o #NiUnoMás, en rechazo al maltrato contra la mujer y contra el hombre. Esto, debido a la violencia entre la pareja de actores Eileen Moreno y Alejandro García.
Esta situación en particular ha desatado una infinidad de comentarios y sentimientos en los colombianos, haciéndole barra a alguno de los actores, pero en esta oportunidad no me referiré a su relación.
Acá lo realmente importante es entender que hay una problemática diaria. Que Eileen Moreno no es la única mujer que sufre de maltrato, sino que muchos niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores, sin importar su género, son violentados con insultos o con golpes. Y eso sin mencionar a los animales, porque lastimosamente tampoco salen bien librados.
Podríamos hablar de que podría tratarse de un problema de salud mental en las personas que consideran a la violencia como un medio que les da poder sobre los demás, en el cual las autoridades de salud pueden intervenir para prevenir, detectar y brindar protección a los vulnerados.
Pero no podemos olvidarnos de la educación, del ejemplo y la crianza. De que existe una institución principal y es la familia, la cual tiene la responsabilidad de formar personas con valores y capaces de entender que sus acciones no pueden trasgredir los derechos de los demás.
Aunque suene a frase de cajón, es verdad, todavía hay padres que, por ejemplo, enseñan a sus hijos que el más macho es el que con gritos y golpes se impone frente a todo aquel que no lo apoye.
Por eso, es importante que los padres también se comprometan en dar un buen ejemplo, enseñándoles que existen las diferencias, que son buenas y hay que respetarlas. Pero también que existe el diálogo y otras formas pacíficas de resolver los conflictos.
Por otro lado, es importante resaltar que las autoridades también deben comprometerse a dar castigos ejemplares, que quienes por salud o estupidez actúan de forma violenta deben responsabilizarse de sus actos y empezar un proceso de formación, tratamiento o como se le quiera llamar, que le garantice a la sociedad que una vez esta persona cumpla su pena y se reintegre, no vuelva a cometer este delito, que a final de cuentas es el flagelo de muchas familias y simplemente no se puede permitir que siga ocurriendo.