Qué bueno es saber, bueno es ver, que la Magangué de hoy sin lugar a dudas es muy diferente a la de hace cinco años y que con el paso de los días la cara de nuestro municipio está cambiando día tras día.
Y todo se debe a la visión que tuvo esta administración que se dio cuenta que, para desarrollarla, era imperioso invertir en la ejecución de obras que mejoraran la calidad de vida de quienes aquí habitamos; porque con obras de interés general es como se logra buscar el posicionamiento de un ente territorial.
Ya la Magangué de hoy es muy diferente y tiene una cara que nos encanta a propios y extraños. Una Magangué en la que se ve que se le está invirtiendo para por fin posicionarla como la segunda ciudad del departamento.
La nueva sede de la alcaldía, la semaforización, la pavimentación de sus calles, los escenarios deportivos son entre otras obras las que demuestran que si estamos avanzando por el camino del progreso.
¿Ahora bien, sí se están haciendo estas obras que nos están colocando en la palestra de la opinión pública departamental y nacional, porque no buscar la internacionalización de nuestro municipio?
Esta es una propuesta que le hacemos con el mayor respeto a la administración del alcalde Pedro Ali Ali, teniendo en cuenta las ventajas geográficas y ambientales de nuestro ente territorial.
No es una idea descabellada lo aquí planteado. Ya existe y está siendo puesto en práctica por varios municipios y ciudades capitales de nuestra nación.
Por ejemplo, Medellín tiene convenios con 19 ciudades a lo largo y ancho del mundo siendo el más relevante el hermanamiento con Chapecó, en Brasil, el de Bilbao, España o Jamjung, Corea del Norte entre otros. Barranquilla tiene un convenio de ciudad hermana con Miami en el estado de la Florida en los Estados Unidos.
Pero para que sirven los convenios de ciudades hermanas. Son figuras políticas y administrativas que permiten establecer convenios en diferentes temas de interés entre dos ciudades.
En nuestro caso se trataría de adaptar en nuestro municipio las buenas prácticas en infraestructura, salud, educación, cultura y otros modelos que tienen urbes del mundo y nosotros de manera recíproca les brindaríamos nuestra gran biodiversidad entre otras.
La idea no es mala y queda en manos de la administración evaluarla para ponerla en práctica para así proyectarnos a nivel internacional.