
Conociendo de antemano que el cargo del Fiscal General de la Nación, es el más complejo de todos los cargos que existen en la nación, por la cantidad de problemas complicados que tiene que resolver y que han existido antes de su posesión y otras cantidades que han sobrevenido luego de asumir el cargo.
Pero, primero y prioritariamente hay que comenzar organizando la institución, previo estudio profundo y juicioso, qué és lo que no funciona o si funciona, funciona mal o a medias; pues, si el ente acusador del país, en cabeza del Doctor Francisco Barbosa Delgado, por muy buenas intenciones que tenga de dar salida de una vez por toda, a todas las situaciones asociadas a delitos graves, al no estar operando en los parámetros en que deben hacerlo, y por muchos que el fiscal general, quieran y active todos los mecanismos y métodos para dar cumplimientos a sus planes de administración trazados, no lo va cumplir, o por lo menos en el nivel de resultados en que se propone, todas las estructuras que conforman la fiscalía general de la nación de acuerdo a sus específicos fines, tienen que dar los aportes que en términos normales, deben de producir, cuando al menos una de sus estructuras falla, así sea a medias, esa deficiencia se reflejará en los resultados en conjunto de la Fiscalía General de la nación en menos proporciones a los anhelados por el jefe del ente acusador y a los esperados por toda la sociedad colombiana.
La fiscalía general de la nación, para que se le facilite el desarrollo de su trabajo en todo el país desde su comienzo ha creado en cada departamento, una dirección seccional de fiscalía, el director así llama el jefe de cada seccional de fiscalía del que tiene de viejos tiempos reglamentada sus funciones, concordante con las metas diseñadas por los altos funcionarios de la institución. De acuerdo, al grado de eficiencia de cada seccional, los altos directivos, le dan una calificación que de acuerdo al puntaje determina los puestos a ocupar por cada una de ellas, de mayor a menor puntaje. A manera de ejemplo, si, la seccional de Antioquia, de acuerdo de conformidad a los resultados obtenidos en relación a reducción de delitos de gran impactos, hechos de corrupción, operatividad de delincuencia con fuerte organización, narcotráfico a gran escala, minería ilegal, delitos graves contra el medio ambiente, abuso sexuales de menores, ocupa el primero o segundo puesto en el país porque así lo definió sus buenos resultados respecto a estos fines y asi sucesivamente y de los menos grados de eficiencia, ocuparán, los últimos lugares.
Este procedimiento que creo que todavía lo aplica la fiscalía, trae buenos beneficios, tanto a la fiscalía General, cómo a la sociedad en general, la fiscalía tendrá en sus manos una guía para conocer donde se presentan fallas, para hacer los estudios pertinentes que conlleven a realizar los correctivos, del que deber dar mejores resultados en favor de la convivencia pacífica de los colombianos y origina un estímulo, si, es que lo origina, para que las seccionales de fiscalía de los últimos puestos doblen sus esfuerzos para mejorar eficiencia y compitan los primeros lugares.
Llama mucho la atención que unas seccionales de fiscalía, casi siempre, están en los peores lugares y así lo están, de más de 15 años hasta donde tengo conocimiento, cómo es el caso especial del Departamento de bolívar, que cuando mejor le va en la calificación es para ubicarse entre los cuatro o tres últimos lugares, mucho tiempo de penúltimo y de último ¿Qué pasa? Será por problemas de presupuesto, pero, en más de 15 años si es por ese problema, ¿Por qué no se ha solucionado?, el director sobre todo la actual en el cargo, tiene suficiente conocimiento y se supone que lo debe tener por el viejo tiempo que tiene de estar al frente de ésta seccional de fiscalía, de los inconvenientes que tiene o ha tenido para no salir de esa situación vergonzosa y no estar a la altura de cualquier otra seccional de fiscalía del país, Antioquia, Cundinamarca, Valle, entre otras o, tiene conocimiento de los problemas que impiden mejorar el funcionamiento de la seccional pero no tiene los conocimientos de cómo sacar la seccional de ese estado del que se ha prestado para que sea blanco de cuestionamiento a cada momento, y de quejas a diario ante el fiscal General de la nación que debe estar hastiado de tanto reclamos, porque no hay resultados en investigaciones penales de connotación y muchos caídos por fallas investigativas.
Será otro de los tantos retos del Fiscal nuevo, si, es de dejar a los que están buscar la manera con acuerdos y compromisos que cambien de actitudes, reconduciendo esas seccionales por el camino óptimo para mejorar producciones de trabajo, o trasladarlos a otras seccionales, si, es que no lo pueden destituir, pero, el fiscal general si quiere que al final de su gestión quede en buen concepto en todo el país, debe buscar la manera de hacer que las seccionales de fiscalía del país muestre mejores resultado y me refiero a las seccionales que desde viejos tiempos poco resultados de calidad presentan.
Y cuando ahora se suma a los problemas complicados que existen, otros, de gran envergadura, los incendios dados recientemente en la serranía dela macarena cerca de Caño cristales dejando un panorama desolador y del que se sospecha que es obra de manos criminales, por la presencia en la zona de miles de soldados, con los consecuentes delitos contra el medio ambiente, paralelo a la comercialización ilegal de madera, grupos armados a la fuerza han desalojado a sus habitantes para que a sus anchas hacer lo que le vengan ganas en la región y otros retos reciente la declaración de Ayda Merlando, desde territorio Venezolano en que anunció abrir investigación penal de manera oficiosa, estos y otros problemas lo solucionará el fiscal y Dios quiera que sí con una fiscalía con buen funcionamiento, en su conjunto.