Colombia es el claro ejemplo de los cambios, este nuevo país político ha sido testigo de una revolución política y social. La corrupción tiembla al darse cuenta que el país oprimido e ignorante ya no lo es más, o al menos la mayoría. Este año, colombianos salieron a votar por una nación diferente y aunque, en las distintas votaciones no se obtuvieron los números esperados para llegar a la “meta”, se encendió la esperanza para que, de una vez por todas, cesara la horrible noche.
El pasado 26 de agosto, se llevó a cabo la consulta anticorrupción, un fenómeno geopolítico que despertó el interés en millones de colombianos para cambiar el país. La consulta contaba básicamente de siete preguntas y respuestas cerradas (si-no), preguntas que ponían en el limbo a los grandes jefes de la corrupción en Colombia. Se dio una votación histórica, 11.674.951 de ciudadanos, un número que ningún presidente electo ha obtenido, lo que da luz verde a la nueva Colombia, la de los ojos abiertos.
¿Por qué el pueblo tenía los ojos cerrados?, las mismas personas en el poder crean abstinencia en una sociedad acostumbrada a la violencia y la corrupción, sin embargo, las elecciones presidenciales por poco dejan al partido de la izquierda posesionado. Gustavo Petro, fue un dirigente político que creó tendencias, despertó ilusiones y dejó huella imborrable en la Colombia actual. Mayo se convirtió en el mes más esperado por muchos que querían ver abajo al innombrable, Uribe Vélez.
El expresidente de la república, se encargó de volver las redes sociales un caos, manejando mucha desinformación valiéndose de su poderío. Aquí se demuestra que, las redes sociales son un arma de doble filo, y quien quiera puede usarla a su favor, engañando a cientos de usuarios y despertando la ira en otros que ya conocen su técnica (escribir en Twitter solo mentiras), sin embargo, su estrategia no dio los resultados esperados por él, Petro casi le gana a Duque, y la consulta anticorrupción, aunque no llegó al umbral, ganó.
Para finalizar, las maquinarias políticas no tuvieron cabida, Colombia se quitó el velo, ya está cansada de la corrupción, la violencia y las mentiras de sus dirigentes. Este año fue de cambios donde la impensable se volvió realidad, o ¿Quién creería que un electorado, sin recibir dinero a cambio, obtendría semejante votación?