No cabe duda que hoy por hoy el papel de los medios de comunicación dejo se ser el de simples espectadores para convertirse en protagonistas de primera mano al punto de convertirse en punto de referencia para toda una comunidad.
Es por eso que al momento de informar se debe hacer con objetividad y fieles a la verdad de los hechos para no inducir al elector a equívocos muy distantes a la realidad de la información que se da a conocer.
La tarea del periodista, y del medio para el cual labora, más que hacer una nota, es llevar al público a través de la imagen o la palabra, sea hablada o escrita, a descubrir que las historias son verdaderas y no hacen parte del resentimiento que pueden estar expresando a quienes para tal fin entrevista; es decir que como comunicador debe y está en la obligación de saber si lo que dice su entrevistado se ajusta a la realidad de lo que dice.
Hoy, cuando se consigue una libertad en la información que se difunde y publica, resulta que el chisme y el amarillismo prevalecen sobre lo que debiera ser la esencia del periodismo: el esfuerzo por mostrar a los lectores-televidentes-radioescuchas, que día a día se hacen esfuerzos por construir una sociedad mejor.
Javier Darío Restrepo – maestro de periodismo colombiano – señala que la función de la prensa como “cuarto poder” no reside en su capacidad de hacer escándalo o poner en evidencia; el verdadero cuarto poder, señala, es el poder de la gente informada, quien puede así comenzar a pensar y a actuar para formar paso a paso la sociedad en la que aspira a vivir.
Para el ejercicio de la libertad de informar, es necesario y obligatorio acompañarlo con el de la responsabilidad de lo que se está informando.
No es ético que un medio de comunicación no mida el impacto mediático de una información no cierta o que no se ajusta con la verdad de los hechos.
La ética periodística obliga al comunicador a corroborar con las dos partes de la noticia la veracidad de la misma, salvo que con la publicación de una sola de las versiones lo que se busque sea desinformar sirviendo esto a la postre, como un canal propicio para extorsionar a quien pueda afectar lo publicado y definitivamente ese no es el papel de los medios de comunicación.
Los medios de comunicación son y deben ser utilizados es como apoyadores y constructores de una nueva sociedad que se forme en valores y verdades.