Magangué es un reflejo del país en el que vivimos, los problemas que aquejan a la sociedad crecen cada día y la posibilidad de aplicar soluciones es inviable cuando la sociedad en su conjunto, por un lado se encuentra polarizada entre derechas e izquierdas y por el otro lado entre la indiferencia y el oportunismo, mientras tanto la salud y la educación son precarias, solo por mencionar los sectores donde se administran la mayor cantidad de recursos a nivel local.
Imposible llegar a algún puerto cuando no se tiene rumbo, el pacto sobre lo fundamental se trata que colectivamente se defina el rumbo hacia donde se quiere llegar, que efectivamente se logre, ya será motivos de debate la forma de conseguirlo, lo básico es que todos remen hacían el mismo lado, solo así se puede construir sociedad y país.
Lamentablemente ese pacto sobre lo fundamental no existe, eso ha derivado en la dilapidación de recursos, incremento de la pobreza, miseria, desigualdad y exclusión social, que redunda en todas las formas de violencia como conducta inconsciente de rechazo a las adversidades que se encuentran por doquier, es por eso que la violencia en Colombia tiene un fin en si misma.
De la calidad de personas se deriva la calidad de dirigentes, vemos con preocupación cómo las diferentes facciones de la política practican un proselitismo incendiario cuyo propósito no es construir sociedad sino destruir al opositor, se ha instrumentalizado las ramas del poder para reducir a contradictores, por un lado y el uso de la rebelión por la otra parte, dejando una estela de resentimientos que perduran en el tiempo.
Este año cumpliremos 209 años de la creación de la República de Colombia, surgió de un movimiento independentista, un país que aún no ha definido su esencia, su propósito superior, el bienestar de su población, aún se comporta como una pugna permanente de grupos por el poder para avasallar a los contrarios, criollos que actúan como neo-colonizadores.
Es necesario trabajar con mucho esfuerzo en la educación de la gente como factor determinante de la madurez mental que le permita incrementar la calidad intelectual de la población, de esta forma mejorar la calidad de sus dirigentes, aprender a respetar y hacer respetar lo público, aprender a vivir en la cultura de la legalidad, a redactar leyes para todos y no para grupos de poder, aprender a comportarnos en sociedad respetando el derecho de los demás, aprender a dar lo mejor de nuestras capacidades al servicio de los demás.
Reflexionemos como nación y construyamos un acuerdo entre todos para encontrar el rumbo que nos lleve a reconstruir un país que pide a gritos una oportunidad para el bienestar y la sana convivencia.