Si en algo coinciden los habitantes del barrio San José al momento de evaluar los índices de seguridad este año, es precisamente en la falta de resultados en dicha materia.
De acuerdo con algunos vecinos, pese a los esfuerzos de las autoridades, la inseguridad continúa paseándose campante por calles y esquinas, poniendo en riesgo la vida de los moradores.
Los atracos a mano armada y los hurtos a residencias se han convertido en el pan de cada día y al parecer, son perpetrados por delincuentes provenientes de otros barrios de la ciudad.
“Nos queda difícil identificarlos. Esta gente para perpetrar sus fechorías se moviliza en motocicletas y además utilizan casco de protección”, anotó Manuela Ortiz, habitante de esa localidad.
Consumo de estupefacientes
Dignatarios de la Junta de Acción Comunal aseguran que jóvenes que se dedican a consumir estupefacientes se aglomeran en los límites con el barrio La Esmeralda, y aprovechan la oscuridad para atracar conductores y transeúntes.
“Es una panorama sombrío el que se cierne sobre este barrio. No tenemos otra alternativa que cuestionar las estrategias de seguridad ciudadana diseñadas por la Policía Nacional”, dijo Omar Rueda, líder comunal.