
La situación de orden público del municipio de Magangué se ha viralizado debido al aumento de atracos en las últimas semanas y hasta delito de homicidio, no es posible que en una semana haya seis o más atracos, ya no se puede realizar operaciones bancarias en efectivo al igual que negocios comerciales, se refleja que este virus, son cadenas de bandas que está relacionada con todos los sectores de la ciudad. Ir al centro así sea a pasear es peligroso. Sin embargo, en el municipio siempre se han cometido todo tipo de delitos, desde la corrupción, que es el cáncer terminal que acaba cualquier ciudad, homicidio que no llamaban tanto la atención del gobierno nacional. Además, la extorsión, hurto, tráfico de estupefacientes, accesos carnales, desplazamiento forzado, lavado de activos, enriquecimiento ilícito, entre otros. Magangué está invivible, a cualquiera le pone los pelos de punta, aquí no hay seguridad ciudadana, este es el pueblo donde todo el mundo hace y deshace, y pocos son los que les importa la ciudad.
Sin embargo, la población magangueleña, hoy víctima del conflicto, y de la inseguridad ciudadana, también ha realizado aportes exponenciales a la actual situación, pues no es gratuito el estigma generalizado en el resto del área metropolitana a este municipio. Es que transitar en Magangué es peligrosísimo. Allí los motociclistas circulan sin casco, pues solo con una gorra basta, también lo hacen con parrillero aún en vigencia de la prohibición, incluso, muchos llevar el casco es en la mano que irresponsabilidad.
En muchos sectores cruzar una avenida como peatón es un peligro inminente, pues se hace caso omiso al color rojo de los semáforos y las señales de pare. Es común ver los motociclistas cruzar los semáforos en rojo, sin casco, con parrillero. Es un acto naturalizado, tan magangueleñisimo, y, algunos taxistas y vehículos particulares incurren a diario en esta conducta. Tan naturalizado está este comportamiento, que los peatones siempre verifican antes de cruzar que no venga una moto a toda velocidad o un en taxi.
La seguridad general de la ciudad se salió de las manos, la gente anda tensionada porque cualquier día puede ser víctima de atracos u otra acción que atente contra su vida, tenemos el caso de nuestro hospital, donde han renunciados algunos galenos porque permanentemente llegan a urgencia pandillas y turba, ultrajándolos lanzándoles piedras y toda clase de objetos que encuentren. Los consejos de seguridad quedan en consejos, se necesitan son acciones que contrarresten las actividades delincuenciales. A la ciudad se le salió el tejido de la buena formación social, la ética, la moral, la sinceridad, el tener un trabajo, la responsabilidad, una educación para todos los status. Desde el obrero, el vendedor ambulante o estacionario, el taxista, el mototaxista, la madre de familia, los pescaderos, chaluperos… etc., etc.,
¿Será que con concreto, concreto y más concreto, se armoniza el tejido social de una ciudad?
Es tiempo de empezar a reorganizar el tejido social magangueleño, que sea la ciudad cosmopolita de anteaños, que se viva en confianza, con fe y certidumbre.