La educación empieza por casa dice un conocido refrán y esta afirmación tiene un poco de verdad cuando uno ve a diario el comportamiento que las personas demuestran fuera del hogar.
En el caso de los niños, la escuela es el espacio donde se puede visualizar lo aprendido en casa, porque es el hogar en donde sin lugar a dudas debe comenzar la educación de nuestros niños, que deben llegar a los colegios con principios y pautas de comportamientos que deben ser enseñadas en los hogares.
Muchas veces dar clases se vuelve una tarea compleja para los docentes debido a la indisciplina de los niños o a que simplemente no comprenden las reglas que se deben seguir en una institución.
Expuesto lo anterior, se entiende entonces que el trabajo de educar a las generaciones por venir, debe ser un conjunto de tareas que deben ser realizadas tanto al interior de los hogares como posteriormente en los colegios.
La familia tiene que educar para que el colegio pueda enseñar y a veces llegan chicos al colegio, no educados desde la familia, sin hábitos, sin la noción de respeto, sin disciplina, y sin saber convivir con sus semejantes.
En los colegios muchas veces se viven situaciones complejas cuando los jóvenes tienen problemas de conducta, jóvenes que muerden, gritan, que son violentos, que no escuchan al compañero y mucho menos a sus profesores.
Lo que se trata es volver a situar la educación como un trabajo entre todos, fundamentalmente es el trabajo de la familia y una vez que la familia elige el colegio o la escuela, tiene que seguir acompañando la tarea educativa.
Hay que preguntarse qué está pasando con el pasaje de la familia en la colegio, cómo están llegando los jóvenes, que está pasando con la cultura del libro en casa y en la escuela, qué está pasando con el sentido de la escuela porque los jóvenes que no quieren ir porque todo ahora está en Google.
Algo debe estar pasando y es bueno que desde ya se tomen los correctivos de rigor que se imponen ante esta situación, porque hay que tener en cuenta una premisa muy especial y es que entre familia y colegio estamos formando a los hombres del mañana que van a hacer de nuestra comarca, el departamento y el país, lo que esta generación y las generaciones que nos antecedieron no hemos podido hacer; entes territoriales prósperos, pacíficos y con gran desarrollo.