Cuando todo el mundo estaba esperando un pronunciamiento por parta de la Corte Constitucional, frente a las objeciones presentadas por el gobierno del presidente Duque a la ley estatutaria de la JEP y solicitada por el presidente de la Cámara de representantes, la Corte se abstuvo de pronunciarse dejando que sea el congreso quien lo haga frente a este álgido tema.
Al estudiar la consulta que les hizo el presidente de la Cámara, Carlos Chacón, quien le preguntó a la Corte Constitucional si el Congreso debe o no tramitar las objeciones que el presidente Iván Duque le hizo a la ley estatutaria a la JEP, la Corte Constitucional decidió declararse inhibida para tomar una decisión en este momento.
Se colige entonces que la Corte esperara que el Congreso cumpla con las funciones que le corresponden, antes de pronunciarse de fondo sobre si las objeciones del gobierno son válidas o no.
Con esto la Corte, deja claro que no le interesa generar un choque de trenes entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial que se vislumbraba si la alta Corte hubiese dicho que las objeciones no eran válidas por haber sido ya cosa juzgada.
Ya desde las filas del centro democrático y ante la posibilidad de este hecho se había propuesto una constituyente, muy seguramente para reformar las funciones de la Corte, con la cual desde que fue presidente el hoy senador Uribe, no tiene las mejores relaciones.
Sigue entonces que el Congreso estudie y avale las objeciones y se pronuncie al respecto.
Ahora, es claro que el gobierno no la tiene fácil para lograr acabar o modificar con la JEP en el congreso pues ya varios de los partidos se han mostrado contrario a las objeciones.
Lo cierto es que la Corte Constitucional sigue teniendo “el sartén” por el mango, pues quiérase o no cuando pase o no las modificaciones u objeciones a los seis artículos objetados, esta nueva Ley tendrá que surtir el control Constitucional por parte de la Corte.
Toca entonces esperar ahora cual será el trámite que se de estas objeciones al interior del Congreso y mientras tanto la Justicia especial para la Paz, JEP, seguirá funcionando y tomando decisiones fundamentales amparada en el primer fallo de constitucionalidad de la misma emitido por la Corte.
La posición de la Corte, sin lugar a dudas fue la mejor decisión que pudo haber tomado, pues como lo planteamos, esto sin lugar a dudas evita lo que ya se veía venir que era verdadero choque de trenes.