
Bien decía Napoleón Bonaparte; “Cuando quiero que un asunto no se resuelva, se lo encomiendo a una comisión”, y precisamente eso fue lo que hizo el presidente o sub presidente Duque – como dice mucha gente- para tratar de hacer claridad ante, no solo los colombianos sino los ojos del mundo, si en nuestro país se revivieron los falsos positivos por parte de las fuerza militares y avalados por el gobierno de turno.
La comisión integrada por prestantes figuras de la academia y juristas de amplia trayectoria en el contexto nacional, serán quien digan si la “directriz” objeto de la discusión y del revuelo internacional, fue o no una orden de activar nuevamente los falsos positivos.
Pero por mucho que los integrantes de esta comisión tengan la sapiencia e idoneidad para emitir un concepto sobre el tema, muy seguramente nunca ese comentario o análisis estará en contra del gobierno, por aquello de no quedar mal con el gobierno.
Y es que en este caso como en muchos otros casos, aquí en Colombia pase lo que pase, por muy delicado que sea el tema, no va a pasar nada.
Prueba de ello no es sino analizar las frases del presidente que no son sino eso, frases mediáticas como; “he dado instrucciones, iremos hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga y que tiemblen los corruptos”, y no ha pasado nada.
Con el pasar de los días se ratifica algo que realmente se esperaba con el acenso al poder “del que diga Uribe”, primero que los tiempos se guerra estarían nuevamente en la vida de los colombianos porque ese es el ADN del Uribismo, y segundo que este gobierno de manera soterrada haría trizas los acuerdos de paz, y lenta pero paulatinamente lo ha vendido cumpliendo al pie de la letra.
No en vano ya la comunidad internacional tiene puesto los ojos en el gobierno colombiano, pues se están dando cuenta que esta administración está haciendo lo que pueda para volver a la guerra, pues a la derecha colombiana no le interesa que se sepa la verdad.
Ese sofisma de distracción de que su oposición a los acuerdos de paz es en favor de las víctimas, es solo carreta porque lo de fondo y lo que les interesa, es que no se sepa la verdad del accionar del paramilitarismo creado por su mente maquiavélica, que asesino, descuartizó, desplazó y se robó el erario en muchos municipios con el cuentico de defender a las poblaciones de la subversión.
Si fuese así, porque se opusieron encarnizadamente a las 16 curules para las víctimas en el Congreso?
Pero no todo es malo, porque ya la comunidad internacional tiene los ojos puestos en el accionar de los enemigos de la paz, lo que muy seguramente limitara su accionar para tratar de llevarnos nuevamente a la guerra.
Y no es que los acuerdos firmados sean la panacea de la resolución del conflicto; no es cierto que no, pero lo logrado hay que preservarlo a como dé lugar para no volver a los momentos aciagos vividos que nos dejaron tanto dolor y sangre derramada.
Colombia y los colombianos tenemos derecho a la PAZ
*Consultor y Asesor Político, Comunicaciones,
Y Organización de campañas Políticas
EMAIL: jjpipo973@yahoo.com