
Con el pasar de los días se palpa, se siente y se ve venir el ocaso del Uribismo en Colombia, algo que la mitad de los colombianos están esperando, pero que la otra mitad se niega a aceptarlo, como si en Colombia no hubiera nuevos liderazgos que nos lleven por el camino de la reconciliación y el entendimiento a los colombianos, enfrascados hoy en una polarización entre la ultra derecha recalcitrante, azuzada por su máximo líder y replicada por sus adeptos, y la izquierda ortodoxa de Petro.
No se puede negar que en su momento Uribe le prestó un invaluable servicio al país, pero su deseo constante de considerarse como el único colombiano capaz de gobernar y que tiene la verdad revelada, cada día cansa más a los colombianos que no comulgan con sus ideas.
Algo que tampoco les gusta a los colombianos, es que el ex presidente crea que está por encima de las leyes y trate de evadir los llamamientos de la justicia, para que responda por “presuntas” responsabilidad en hechos que se le sindican.
Ningún colombiano puede estar por encima de las leyes y eso debe estar claro.
Para el Uribismo todo cuanto hagan los demás gobiernos está mal hecho, pero coincidencialmente cuando ellos lo hacen es por el bien del país.
No cabe duda que hoy al Uribismo, pese a tener presidente –bueno siendo honestos, sub presidente- las cosas no le están saliendo nada pero nada bien y los hechos así lo demuestran.
Iván Duque Escobar, tiene hoy luego de once meses de gobierno, la popularidad más baja que haya tenido presidente alguno en la historia reciente de Colombia. Solo el 26% de los colombianos avalan su gestión.
El Uribismo hizo campaña haciendo promesas de beneficio para los colombianos y ninguna las ha cumplido y antes por el contrario legislo en contra de los intereses del pueblo.
El Uribismo fue un acérrimo defensor en contra de las denuncias del New York Times, frente a la orden del resurgir de los falsos positivos, y hoy la revista semana ratifica los hechos y denuncia una “cacería de brujas” al interior de la institución para conocer quien filtro la información.
La legislatura que termino en el congreso, así no lo quiera reconocer, fue un verdadero fracaso para el gobierno de la mano del Uribismo.
Fracaso en su intento para que la 49 Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se celebró en nuestro país, que un grupo de países liderados por Colombia, limitara el alcance Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) y quitarle dientes al organismo internacional que obliga a los países a su cumplimiento.
Así mismo, Iván Duque y su canciller, Carlos Holmes Trujillo, así como el polémico delegado de Colombia ante la OEA, Alejandro Ordoñez, no pudieron colocar a su representante en la CIDH.
El aspirante de Colombia a ocupar un puesto como integrante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Everth Bustamante, perdió por un voto y fueron electos los candidatos de Panamá, Jamaica, Perú y el de Guatemala. Se trata de un duro golpe al país que ejerce de sede, ya que no ha recibido el respaldo de la comunidad internacional en materia de Derechos Humanos.
Entonces con todos estos hechos queda claro que el ocaso del Uribismo está cerca y que ya son muy pocos los que les comen cuento a las ideas de la ultraderecha, que en el fondo buscan más su beneficio personal que colectivo.
*Consultor y Asesor Político, Comunicaciones y
Organización de Campañas Electorales
Email: jjpipo973@yahoo.com