Nuevamente se pone en la agenda el tema de la salud en nuestro país. Es inminente otro cambio de dueño de la hoy Medimas.
Saludcoop, Cafesalud, Medimas son los recientes nombres que ha tenido la prestadora de salud más grande de Colombia en los últimos cinco años. Una empresa que ha pasado de mano en mano y que ha ido de mal en peor.
Ahora resulta que esta otra vez en venta. El posible comprador es una empresa Estadounidense. Se ha dicho que tiene experiencia en la venta de software para el sector y que su principal negocio es el turismo médico.
¿Experiencia suficiente para sacar adelante tremendo lio? La verdad es que hasta el momento solo se escuchan rumores y que los accionistas de Medimas no se han pronunciado.
Su argumento es que se trata de una negociación entre empresas privadas. Ese detalle es cierto pero se olvidan que prestan un servicio público y que su desempeño afecta a 2,4 millones de colombianos, usuarios que cada vez que la EPS ha cambiado de dueño se han visto gravemente afectados.
Lo cierto de esta historia es que las diferentes empresas no han podido superar los problemas administrativos y financieros y que sus deficiencias han terminado afectando el servicio, un servicio que tiene que ver con la salud y la vida de los “clientes”.
Sin duda hay mucho que cuestionarle a las empresas privadas que prestan el servicio de salud en Colombia pero más cuestionable es el papel de las autoridades.
La Superintendencia y la contraloría no parecen pasar de pronunciamientos en medios y no cesan de decir que se tomarán medidas para garantizar a normal prestación del servicio sin que esto realmente se traduzca en hechos.
El Gobierno y el Congreso también se han vuelto convidados de piedra en el asunto sin que planteen las reformas estructurales que el sistema necesita para ser viable.
Sin duda, la salud en nuestro país es un enfermo al que todos le están haciendo el paseo de la muerte.
