… fue propuesto por la Federación Médica Argentina, a través del Profesor Remo Bergoglio, en el Congreso Panamericano que se celebró en 1953 en Dallas, Texas, en homenaje al doctor Carlos Finlay, un médico cubano, que descubrió el papel del mosquito trasmisor de la fiebre amarilla”…
Recién llegado a Barranquilla fui invitado por un colega amigo a la celebración que se hacía de este día de Diciembre; era una reunión numerosa de casi la totalidad de los médicos de la ciudad, y de todas las especialidades, cumplido el protocolo que desde luego se inició con discursos alusivos a la fecha y cumplidos rigurosamente todos los puntos programados, comenzó la libación de licor que poco a poco fue haciendo sus efectos en la humanidad de cada uno de los asistentes.
En la medida que el alcohol fue haciendo sus efectos, los ánimos se fueron caldeando, comenzaron algunas discusiones que llegaron hasta el reclamo entre colegas referentes a lo que cada uno consideraba “rebatiña” de pacientes; inclusive colegas que no ejercían pero eran propietarios de laboratorios clínicos y bancos de sangre, le reclamaban a otros el por qué siendo amigos no le mandaba los casos a él sino a fulano.
Las voces fueron subiendo de tono y llegó un momento en que dos colegas trataron de irse a las manos, ya nadie hablaba en voz baja, los gritos salían de todos los costados; no se sabía quién gritaba más, si los que estaban enfrentados reclamándose de todo cuanto se acordaban, o los que trataban de calmarlos.
Recuerdo que uno de los participantes de la reyerta, era un anestesiólogo muy conocido en la ciudad quien según me informaron después, era algo violento con fama ganada por hechos anteriores en reuniones de colegas, bien fueran estas, científicas o sociales. El caso al cual me refiero, es que yo no pude disfrutar de la reunión porque, mi amigo conocedor de estas situaciones en el gremio, con mucha prudencia me dijo:”vámonos de aquí porque esto a penes comienza, pero no se sabe cómo terminará”.
Con el paso de los años, ninguna asociación científica festeja esta fecha tan especial para nosotros los profesionales de la medicina, los pacientes que antes obsequiaban a uno con regalos, ya ni siquiera se acuerdan para hacerle una llamada; solo uno que otro familiar lo hace.
De manera que nosotros, para nuestra fortuna, el PAPA actual que debe ser pariente del también argentino Remo Bergoglio, bendice este día y desde luego a todos los médicos del mundo , por lo tanto con que el Santo Padre nos mande su bendición, sigamos recordando el 3 de Diciembre de cada año, que este día para nosotros los médicos del mundo lo hemos de festejar con regocijo, y dándole gracias a Dios por habernos ayudado a aliviar, por lo menos; los quebrantos de salud de nuestros pacientes.
juliande80@yahoo.com
Nota.- Terminando de escribir esta nota, una llamada telefónica de una paciente agradecida, me llama para felicitarme; mis agradecimientos van para ella de todo corazón.