Definitivamente las noticias judiciales todos los días inundan a esta República. Cualquier lector desprevenido se percatará que estamos en un país repleto de mafias y carteles delincuenciales que actúan en todos los sectores; brillan los delincuentes y se encuentran, desde la contratación de infraestructura, donde las coimas son millonarias; ni que hablar de los despojos de tierras y de las falsedades de otros para valerse de la ley de tierras para recuperarlas ilícitamente; existen temibles cárteles para robar niños que venden en el extranjero, los sacan hasta en las clínicas al menor descuido de sus padres. Las mafias del narcotráfico perdieron su hegemonía en la gran delincuencia; ya no ocupan su sitial de honor como las reinas del crimen y han sido destronadas por delincuentes de todo orden.
Ahora, explota la corrupción en la boletería de futbol. Ha develado la Superintendencia de Industria y Comercio, como se apoderaban de la boletería para los partidos de eliminatoria para el Mundial de Fútbol y realizaron jugosas fortunas con la reventa. Incautos aficionados intentaban adquirir su boleta en el mercado primario que nunca se dio, pues estaba previsto que el grueso ingreso venía con la boleta revendida y precios espectaculares. Delincuentes de cuello blanco aprovechándose de la ingenuidad social.
También ha salido a la palestra el desmantelamiento de las mafias de explotación sexual en Cartagena, que procedían de la manera más aleve con niñas menores de edad, procedentes de los barrios marginados de la ciudad donde las engatusaban y luego las ofrecían a la carta en paquetes turísticos. Más de doscientas cincuenta niñas exclavizadas de esta aterradora manera para enriquecer a unos desalmados. Ya van 18 capturas y se esperan más. A buena hora comienza la Fiscalía a dar resultados de algo que ya se sabía que venía sucediendo, pero sin afrontarlo realmente. Pero también sucede en Bogotá y en Medellín y en otras capitales del país. Lamentablemente, muchos de los turistas que llegan nuestras ciudades vienen es a denigrar de nuestra población femenina, buscando droga y aventura sexual, con paquetes contratados desde el exterior. Proxenetismo online, la nueva expresión del universo tiene como destino a nuestro país, a los ojos de gobernantes y gobernados. La Cuba de Batista era un convento comparada con lo que viven nuestras ciudades en el comercio sexual.
El crimen organizado es el gran flagelo que sacude a Colombia. Hay que propiciar por parte de los gobernantes efectivas políticas criminales para combatir eficazmente la delincuencia. Los ciudadanos debemos respaldar a las autoridades y cooperar con las investigaciones para que se sancione a los responsables. Nada hemos hecho por nuestro país y por el futuro de nuestras familias, sino logramos controlar los criminales que se apoderan del presente y cierran el camino hacia el futuro.