Los orientales siempre lo han dicho: de las crisis surgen las oportunidades. Sin lugar a dudas que estamos en una crisis generada por la pandemia del COVIC19, aunque ignoramos la verdad sobre su origen y, si éste fue deliberado y planeado, mucho menos conoceremos sus oscuros objetivos.
Lo cierto es que hasta el último rincón del mundo, el coronavirus actual y la pandemia son tema del día y de todas las conversaciones: han sido tan virales las partículas del virus como memes de toda clase y cadenas que informan y otras que desinforman, propagan y ahondan en pánico de redes sociales y noticiarios de televisión.
¿Pero hay aspectos positivos de esto? Por supuesto que sí. Más de uno se habrá preguntado: ¿por qué si el calentamiento global es inminente y de hecho a diario ya está matando millares de especies vivas en el mundo y amenaza la existencia de la raza humana, no se le ha dado el mismo tratamiento por parte de los organismos gubernamentales?. ¿ Ha existido la voluntad política necesaria de las naciones y organismos internacionales para cesar el uso de los combustibles fósiles y darle paso al uso de energías limpias? ¿Será esta pandemia acaso un instrumento más para hacernos un llamado a manera de reclamo que está haciendo el fatigado planeta por el mal uso de sus habitantes?
¿Si se detiene la máquina mundial de la industria desmesurada y contaminante a causa de la pandemia, será un punto de inflexión para reflexionar si en ese lapso el aire que respiramos estuvo más limpio?. ¿Hubo tiempo de reflexionar en las casas durante la cuarentena y preguntarse hasta qué punto la raza humana se ha degradado en incomunicación con el equilibrio ambiental?
¿Era necesario parar y sosegarse para aterrizar y responderse que la vida humana está un poco más allá de cualquier parámetro de carácter utilitarista propio de las naciones que lideran el capitalismo salvaje?
¿Es necesario mirar más allá del egocentrismo, del egoísmo, del arribismo, del mezquino mercantilismo y, amar al prójimo como a ti mismo, así ahora no puedas demostrarle tu afecto estrechándolo en un abrazo?
Mientras tanto, un tiranito amnésico con las gónadas de corbatín, sigue tapando el sol con un dedo y hay algunos que aún le creen y lo justifican. Pasará la pandemia y veremos.