
Muy a pesar de los esfuerzos del Gobierno Nacional referente a las medidas preventivas de bioseguridad en todo el país, los colombianos tendremos que convivir nuevamente con el espantoso temor del Covid 19 con su nueva variante Omicron que está causando centenares de víctimas mortales y afectaciones en toda la población.
El virus aún no se ha ido y, por el contrario, está latente con mucha amenaza de propagarse en estas fiestas de fin de año, cuando la gente se aglomera en familia y eventos sociales y comerciales.
En nuestro caso, en Magangué, las autoridades sanitarias han replicado lo que de manera oficial el Ministerio de Salud advierte, frente a las medidas de aislamiento colectivo e individual, uso del tapa boca, lavado de manos y aforos, protocolos que todavía hay que cumplir, pese a que buena parte de la población tiene sus dos o tres vacunas.
Es preciso que para el 31 de diciembre y 1o de enero, como también para el periodo vacacional de comienzo de año 2022, la población asuma su rol ante lo anteriormente anunciado, a fin de evitar tragedia humana de mayores consecuencias.
Este fin de año, también está cargado de lamentables episodios sociales, como las inundaciones cíclicas de los ríos Magdalena, Cauca y sus afluentes, la inseguridad en las calles, los constantes accidentes de carreteras, secuestros, más el ingrediente de la campaña política que está en todo su apogeo.
Con todo ese panorama, tendremos que convivir, quiérase o no, porque son designios de la naturaleza y de la propia irresponsabilidad ciudadana.