Por: Henry Borré Athias
Existen personas que, aunque vivan poco tiempo, su legado queda para muchas generaciones.
En un país donde el conflicto armado interno ha asesinado a millones de personas se hace necesario reflexionar cual es el camino de la solución, la violencia para llegar a la paz o el perdón para llegar a la paz.
En cualquier otro lugar de mundo, no hay duda sobre cuál es el camino, sin embargo, en Colombia aún dos mitades del país se disputan y discuten cual es la mejor forma de llegar a la paz. Lo inverosímil es que todas las partes recurre a la violencia para llegar a la paz, haciendo del perdón y la reconciliación una frase de excusa para violentar.
Compartiré nuestra vivencia familiar en el Municipio de Magangué, en el Departamento de Bolívar en la República de Colombia, una familia común colombiana que ha tenido que vivir las luchas y esfuerzo por salir adelante, que tuvo que vivir la tragedia de la violencia del conflicto armando y también le toco aprender a perdonar desde el corazón para reconstruirse, lograr la paz espiritual y continuar sirviendo con su trabajo a la construcción de un mejor municipio y país.
Nuestros padres César Borré Agamez y Edith Athias Torres llegaron a Magangué en el año 1968, Don César tomo la oportunidad de un empleo en Magangué al que accedió por su excelente desempeño en el Juzgado Penal de Majagual – Sucre.
Les tocó el trasteo y la búsqueda de casa alquilada para vivir, en un pueblo que les permitía que sus hijos pudiesen acceder a educación de bachillerato,ya que en los pueblos solo existía educación de primaria, llegaron a Magangué a mitad de año del 68 con tres hijos Esperanza Magaly (1960, Majagual) Félix Francisco (1961, Achí) y Zonny María (1964, Majagual).
Estando en Magangué nacieron sus hijos César Julio (1969, Magangué) y Henry José (1972, Magangué), aquí estudiamos y nos integramos a la sociedad, dando nuestro aportes profesionales, laborales y sociales para construir la Magangueleñidad. Son 54 años de arraigo y pertenencia a la amada Magangué.
César Julio murió por enfermedad en el año 2002 a los 33 años y mi padre Cesar Francisco murió en el año 2021 a los 96 años de edad.
Fue una familia común como muchos que llegaron a Magangué, la ciudad cosmopolita de corazón abierto al mundo entero, que representaba un lugar de oportunidades para los habitantes de una amplia región.
La muerte trágica de Félix Borré Athias
Con mucho esfuerzo Félix Borre Athias se ganó un cupo para estudiar medicina en la Universidad de Cartagena, siempre fue una persona muy estudiosa,amable, cordial, inteligente, de un trato agradable, con un sentido de servicio a la comunidad, gran amigo de sus amigos, respetado y admirado por todos los que lo conocieron.
Ejerció la medicina entre 1986, fecha en la que se graduó y 1992, hizo el servicio rural en Palo Alto vereda del municipio de San Onofre en el Departamento de Sucre, en Magangué abrió su consultorio de médico en el Centro Médico de Especialista ubicado en la Calle del Salto, eran los tiempos en que la medicina se ejercía de forma particular, que los pacientes asistían asiduamente a los consultorios y los médicos eran personas destacadas, reconocidas, admiradas y respetadas por su trato directo, profesional y humano con el paciente.
Félix tenía cualidades especiales como persona, heredadas de sus padres, Don César; hombre de una personalidad inquebrantable para el esfuerzo, el sacrificio, la lucha y la superación, un hombre laborioso, honestos y responsable. Doña Edith; una señora ama de casa quien edificó su hogar gracias a su sabiduría, la fe cristiana, su honestidad y respeto por lo demás. Nuestra casa estuvo llena de buenos ejemplos de parte de nuestros padres, esa es la mejor educación que puede recibir los hijos.
Eso llevó a que Félix fuese además de un gran médico por sus conocimientos, también fuese un extraordinario ser humano, que se preocupaba por sus pacientes, los atendía con amor y devoción, nunca puso por delante el dinero a su profesión, ayudaba a la gente necesitada de muchas formas y en poco tiempo llegó a ser reconocido, querido y admirado por todas esas cualidades.
También atendía pacientes de Cajanal, atendía a sus pacientes en el Hospital y de otras empresas, el sistema era otro, eso fue antes de la Ley 100 del 93, recuerdo que cuando alguien tenía un paciente grave prefería recurrir al médico particular antes que llevarlo al hospital, habían médicos que por su profesionalismo inspiraban confianza entre la población por sus capacidades profesionales, Félix Borré Athias era uno de ellos, a mí me tocó muchas veces verlo salir a media noche cuando lo venía buscando desesperados los familiares de los pacientes, su consultorio pasaba lleno de pacientes, adquirió una fama de buen médico que venían a Magangué pacientes de otros municipios de la región porque habían escuchado de una joven médico en Magangué que detectaba con precisión las enfermedades y recetaba la medicinas apropiadas y la gente se curaba rápidamente, incluso salvando muchas vidas.
Se casó con Ana Bibiana Montes Arrollo fruto del matrimonio nacieron César Manuel (1987, Sincelejo) y Andrea Carolina (1991, Magangué). Había establecido su residencia en el centro en unapartamento ubicado en edificio vecino a la panadería la especial, cerca de la plaza de Bolívar. Todo marchaba excelentemente en la vida del Dr. Félix Borré Athías.
Las condiciones del país eran difíciles, en 1992 se presentó la época de los apagones, el conflicto interno del país impulsado por la muerte de Jorge Eliecer Gaitán, la violencia de conservadores contra liberales, el surgimiento de grupos armados como las guerrillas y más tarde las autodefensas unidas de Colombia fueron dañando las condiciones de convivencia en el país.
Nuestra región no fue ajena a esta violencia, había asesinatos, secuestros, desapariciones, extorsiones, factores que generaban un riesgo en la población, sin embargo, el Dr. Félix Borré Athias decía que él no le debía nada a nadie, que a él todo el mundo lo quería, que él no se metía con nadie, que él solo era un médico, compartía mucho con todos sus amigos sin diferenciar estrato social, era un hombre integral que era invitado a la casa más humilde como al palacio más elegante de Magangué, todos querían compartir con ese ser humano especial, realmente era una persona muy querida, tenía cualidades personales de mucho agrado para la gente, que lo vivían invitando a reuniones familiares, de amistades, incluso se hizo miembro del Club de Leones para hacer más labores benéficas.
La madrugada del 29 de septiembre de 1992, cuando Félix Borré Athías tenía solo 31 años de edad, estaba en la primavera de la vida, su amigo Leonel Comas lo fue a buscar para salir a pasear un rato, cuando iba de regreso a su casa en compañía de Leonel, un amigo de los tiempos del bachillerato Alberto Santis quien era propietario de un fuente de soda en los alrededores del Parque de las Américas lo vio pasar y lo llamó para saludarlo, Félix muy atento, como siempre, llegó al establecimiento y se sentaron a recordar historias de los tiempos de estudiantes en el Liceo Vélez, a preguntarse el uno al otro por los compañeros de estudio, una forma amistosa de compartir de pasar el tiempo y renovar la amistad.
Testigos presenciales relataron que de repente en ese instante en aquel lugar irrumpió un sujeto con un arma de fuego con intenciones de asesinar al Sr. Albero Santis, efectivamente le dispara al Sr. Santisquien queda muerto en el sitio. El Dr. Borré lleno de su espíritu de médico que lo impulsaba a salvar vidas, increpa al sicario y le reclama por el asesinato, se llenó de indignación por lo sucedido,hizo lo que una persona llena de nobleza haría por un amigo, fue valiente, su única arma fue la palabra como reclamo frente a un asesinato.
El Dr. Félix jamás pensó que un sicario se atreviese a meterse con él, su nobleza no le permitió medir el peligro de su reclamo, acto seguido el sicario se regresó y le disparó al Dr. Félix en repetidas ocasiones dejándolo sin vida.
Reflexiones sobre la muerte de Dr. Félix Borré
Para ser sicario solo se necesita ser un cobarde, ya que solo se enfrenta a las personas que están en estado de indefensión. El sicario siempre huye lleno de miedo y remordimiento.
La violencia en Colombia y el mundo no se va a acabar mientras haya gente que alegremente promueve grupos armados, sea con la ideología que quiera, las armas y los violentos van a causar muertes siempre en cualquier lugar.
Algunas versiones indican que unos años después el sicario fue dado de baja y acribillado por la policíaen una hielera del Barrio La Candelaria, luego que esa otra noche asesinó a un Policía en el Barrio Versalles.
Las autoridades Civiles, Militares, de Policía y judiciales de Magangué en el año 1992 estaban muertas de miedo y/o al servicio de los alzados en armas, prueba fehaciente que el conflicto armado y los violentos ilegales controlaban a las autoridades, no fue un hecho aislado fue resultado de una acción sistemática y confabulada entre autoridades y violentos, ese era el modo de operación de aquellos tiempos en el conflicto del país.
Félix Borré Athias no estaba en el lugar equivocado, como dijeron esas autoridades en aquel entonces, toda persona tiene derecho a la vida. Lo que teníamos eran las autoridades equivocadas que no cumplieron con su deber y prefirieron el soborno que ofrecen los alzados en armas para silenciarlas y hacerlas cómplices de sus crímenes.
Colombia empezó a cambiar con la Constitución de 1991, gracias a esa Constitución lentamente el Estado ha ido cambiando sus métodos.
Aunque los autores intelectuales no tenían la intención de asesinar al Dr. Félix Borré Athias, lo hicieron y eso los hace responsables de ese crimen, aunque por su poder económico, político, militar y en armas nunca pagaran una condena por ese crimen, frente al tribunal de Dios tendrán que rendir cuentas y pagar su condena en el infierno.
La muerte del Dr. Félix Borré Athías fue un hecho que conmovió a toda Magangué, un golpe muy fuerte a las personas y su dignidad. Pero no fue él solo el que murió como resultado de la acción de los alzados en armas, hubo muchas muertes en esas décadas, así como nosotros sufrimos profundamenteese dolor, existen otras familias que viven las consecuencias de esa violencia, aún hoy a nivel local no hay una política para la reconciliación, aun hoy la violencia se manifiesta de otras formas en Magangué, les pido una vez más a las autoridades que dejen la indiferencia y se comprometan con acciones que reduzca la violencia en Magangué, que no sea que aún 30 años después las autoridades siguen tomadas por los violentos.
La sanación de las heridas
Para nuestras familias la muerte de Félix Borré Athías significó momentos de mucho dolor, todo lo que implica la convivencia familiar y los lazos que se tejen fueron rotos en mil pedazos en un instante, fue muy traumático y conmovedor ese sufrimiento, destrozados y abatidos quedamos por muchos años y aun así nos tocó en medio del dolor sacar adelante a todos los miembros de la familia, en especial a sus hijos César Manuel y Andrea Carolina quienes hoy son profesionales que luchan pos sacar adelante sus vidas, entre toda la familia le brindamos el amor, la protección y el apoyo necesario, hoy ellos son un ejemplo de superación personal.
Don César y Doña Edith tuvieron que aguantar el dolor por sacar a sus otros hijos y nietos adelante con la bendición del Dios de los cielos que ha tenido misericordia de nuestra familia, hemos encontrados propósitos de vida cada uno, Bibiana y su familia, Magaly y su familia, igual en mi caso. Aprendimos a confiar plenamente en Dios a creer en su reino y a sanar el espíritu para vivir en paz.
Aquí estamos unidos como familia dando nuestros mejores esfuerzos laborales, profesionales y personales por esta tierra de nos acogió y nos vio nacer, amamos a Magangué porque a pesar de los sufrimientos, también hemos sentido el apoyo de la gente, el aprecio, la estimación, agradecemos a todas las personas que nos apoyaron para poder superar nuestra etapa crítica de sufrimiento.
Nuestra fe nos ha sanado espiritualmente, hoy somos conscientes que tenemos Ángeles en el cielo que nos acompañan y fortalecen para continuar luchando en la vida.
Este miércoles 29 de septiembre de 2022 invitamos a familiares y amigos a una eucaristía en la Parroquia San Alberto Magno de Magangué por el eterno descaso de las almas de Félix Borré Athías y las demás víctimas de la violencia en Magangué. Como familia declaramos el 29 de septiembre como el día del derecho a la vida en Magangué.
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