Desde hace un tiempo se viene acrecentando el temor de una posible confrontación con nuestro hermano País de Venezuela. Esto ha sido infundado por los constantes estados bipolares de su presidente Nicolás Maduro, un hombre inhumano con su pueblo, que acabó con la Venezuela prospera de gente pujante a quienes les ha tocado emigrar a los países vecinos para poder subsistir al hambre y a las carencias a que no estaban acostumbrados y a donde los llevó su cruel mandatario.
Es aterrador ver como un país que fue tan próspero, que contaba con inmensas reservas petroleras, y contaba con gran bonanza en este sector, siendo reconocido a nivel mundial, pudiera llegar a ser golpeado tan duramente en su economía, convirtiéndose hoy en uno de los países más pobres, que padece una emergencia de ausencia de recursos básicos para su gente. Lo único que lo mantiene relativamente en pie, son las ganas de luchar y la energía interna tan patriota que posee su población.
Comparando Colombia y Venezuela, nuestro país tiene la institucionalidad, sin embargo no tiene los recursos económicos que tenía en su momento el vecino país, y que gracias a eso, pudieron sostenerse un tiempo por la fuerte bonanza petrolera que poseían, plata que fue despilfarrada, convirtiéndola hoy en una riqueza petrolera un pocolejana a lo que alguna vez fue. Haber logrado Venezuela en algún momento, superar a Arabia Saudita y Estados Unidos, según información de la compañía Energy, dicha reserva de petróleo Venezolano, tenía un ascenso a más de 300.000 millones de barriles. Pero lo que agrava la situación de Venezuela es que no goza de institucionalidad, su democracia ha estado en peligro inminente por muchos años y se ha ido deteriorando su economía y la calidad de vida de sus pobladores. La corrupción creció a pasos agigantados y la crisis política, generó la poco responsable elección de un líder como Chávez, como su Presidente, sin pensar que este sería el inicio de la destrucción de un país que ofrecía un futuro promisorio para muchas generaciones, si hubiese sido bien manejado y gobernado. Inicialmente Chávez se ganó la popularidad y el apoyo del pueblo Venezolano creando subsidios en educación, salud y alimentación, siendo la causa inicial de la revolución Bolivariana, pero desafortunadamente ese fue el inicio para terminar con un país próspero, porque malgastó sus recursos importantes para poder poner en práctica, todo tipo de políticas populistas que terminarían por arruinar el país, llevándolo a la quiebra.
Tras fallecer Chávez, Maduro asume el poder y termina por llevar a Venezuela a la situación extrema de pobreza y desolación en la que se encuentra, en parte por su ignorante y agresiva forma de ejercer el poder.
El gobierno de Maduro está en la peor crisis de la historia. Estamos ante la preocupación de una posible confrontación armada con el vecino país. En el balance que hiciere nuestro presidente Ivan Duque en sus cincuenta días de gobierno, se refirió al tema de Venezuela, con un argumentó que da parte de tranquilidad : “ Colombia no está en una carrera armamentista ni tampoco cayendo en provocaciones”, palabras sabias y conciliadoras de nuestro mandatario. A diario nos enteramos por la prensa hablada y escrita, de las constantes palabras amenazantes de Maduro a nuestro País, diciendo de movilización de tropas a la frontera, y también en la incursión de nuestro espacio aéreo ordenado por el, infundiendo un poco temor en el pueblo Colombiano. Las palabras del presidente Duque nos deja tranquilos, de que se está ejerciendo un control fronterizo para proteger la soberanía. De todas maneras no nos podemos dormir y estar alerta a las locuras de Maduro, por su cambiante e incomprensible y peligrosa personalidad que no solamente preocupa a los Colombianos sino también a los Venezolanos que emigraron a nuestro territorio en busca de refugio y una mejor subsistencia.