Un nuevo gobierno comienza y son muchas las expectativas que la ciudadanía tiene, como sucede siempre ante la llegada del gobernante elegido para gobernar los cuatro años siguientes. Los ciudadanos que ya llevan sobre si unas cuantas calendas bien conocen el tamaño del trecho que existe entre lo dicho por el candidato durante la campaña y la realidad que lo espera, por lo que el ciudadano también debe de entender que una cosa es gobernar y otra discurrir o teorizar sobre lo que debe de ser un buen gobierno. Mas en Colombia donde son muchas las variables a las cuales debe de atender un gobernante desde cuando le dicen que gano las elecciones hasta cuando entrega su mandato en el momento de tomar decisiones.
No siendo pocos los compromisos, más que asumidos pactados, si no es regla al menos se puede ver como norma de cortesía el que el gobernante electo siempre piense y tome como deber moral el hacer uso de su posición para devolver los favores recibidos antes, durante y después de la campaña. Esta variable, para hacer referencia a una sola, que parece insalvable para cuales quiera de los elegidos provengan de las orillas ideológicas que provengan. Así lo ha demostrado la experiencia vivida con los últimos gobernantes.
Otra variable a la cual deben de obedecer los actos de gobierno suele ser el interés de la llamada coalición mayoritaria del concejo sin importar que este conformada por concejales de línea partidista que apoya al alcalde o por los contendores. Si a esta obligación se le suma el interés cobrado tanto por los que apoyaron al candidato como por los identificados luego con el remoquete de aliados, dentro y fuera de las instituciones oficiales como por ejemplo los líderes comunales y los conocidos ahora como del sector empresarial, tenazas que saben cuándo y dónde apretar buscando favorecer sus intereses personales importándoles poco o nada el bienestar social.
Así la situación el margen de acción de los gobernantes se reduce al ámbito de un oficina estrecha.
En dialogo con el Dr. Cabrales se puede decir que inicia labores y que estamos seguros nos va a sorprender. De verdad tiene ganas de ser buen mandatario y dicho por él solo obedecerá a su conciencia, libre de cualquier tipo de ataduras.