En los últimos años se vienen agravando las enfermedades del intestino grueso, en su parte final, que corresponde al colon, que es el lugar donde se acumulan las heces fecales, antes de ser expulsadas al exterior, apareciendo el estreñimiento, por la dificultad de evacuarlas, originando malestares estomacales y que nos complican el diario vivir. La dureza de las materias fecales se debe al Sedentarismo, al estar sentados largos períodos de tiempo. Los malos hábitos alimenticios en la dieta diaria, hemos olvidado consumir verduras, hortalizas, carnes blancas, frutas y tratemos de eliminar grasas, harinas y frituras, que contribuyen a la obesidad. La falta de actividad física, de caminar, trotar al menos 30 minutos cada día, realizando ejercicios al aire libre, para oxigenar la sangre.
Procurar eliminar las comidas rápidas, que son el pan de cada día de los niños y jóvenes de hoy, eliminando la buena costumbre de un buen desayuno, almuerzo y una cena liviana. El olvidarnos de visitar periódicamente al médico, que debe ser al menos cada tres meses, cuando pasamos los 50 años de edad, para que cuide nuestras enfermedades de todos los sistemas de nuestro organismo.
Según los estudios realizados por la Universidad de Stanford, California, en los Estados Unidos, dan cuenta que de la forma de hacer nuestras necesidades en el baño, nos ayudarán a bajar de peso y la grosura de nuestra cintura, se debe a que el tracto digestivo está invadido de material que ya no nos sirve y que su toxicidad, puede ocasionarnos graves trastornos en nuestra salud corporal y dar origen al 90% de las enfermedades graves del tracto digestivo.
Es necesario corregir la forma de sentarnos en la taza del sanitario, con una posición en cuclillas, dando una inclinación al tronco y los muslos de 35 grados y no sentados a una amplitud de 90 grados, que ha sido la manera tradicional de generación en generación. Por lo tanto, coloquemos al frente de la taza, un banco plástico que lo utilizan en clínicas u hospitales, pero que podemos elaborarlo en madera, para que nuestros pies tomen una altura más alta del piso, que permitirá la curvatura aconsejada, para que el colon, permita explayar los esfínteres anales y expulsar con facilidad la materia fecal, sin esfuerzo alguno y sin causar fuertes dolores.
Al acostumbrarnos a sentarnos de esta manera, evitaremos sufrir en poco tiempo de apendicitis, hernias, hemorroides, estreñimiento, obesidad y cáncer de colon, que nos pueden llevar a la muerte. El secreto está en el pequeño banco, para que el intestino grueso descendente a su entrada en el colon, se relaje y dando el paso con gran facilidad, sin estreñimiento alguno a nuestras materias fecales y así ocuparemos el baño con el menor tiempo, quedando saludables, evacuando lo que ya no nos sirve.
Que el Señor y estas notas médicas nos ayuden a mejorar nuestro estilo de vida y evitar el padecer cáncer de colon, sin necesidad de someternos a medicamentos y dietas rigurosas.