Prohombre, para un justo reconocimiento a uno de los personajes más recordados en la historia contemporánea, ilustre, integro, leal a su patria, rechoncho de contextura, de elegante vestir, siempre con sombrero puesto, y fumando tabaco. Al escribir sobre la segunda guerra mundial obliga a referirnos al papel importante que desempeñó este primer ministro de Gran Bretaña, durante la segunda guerra mundial, reemplazó a Neville Chamberlain del cargo de primer ministro de Inglaterra, al sentirse los ingleses que con el antecesor de Churchil no estaban eficientemente defendidos a eventuales dominios de la isla de parte de Hitler, a Churchil, le conocían su temperamento, de decisión firme, cualquiera que fuera la consecuencia, siempre y cuando con ello reportara utilidad o defensa a la soberanía de Gran Bretaña, cuando los alemanes iniciaron su proyecto de invadir a Francia, al comienzo de la segunda guerra mundial, los ingleses, con buenas razones, sospecharon de lo que se proponía el dictador, no con sólo dominar un vasto e importante territorio en Europa como lo era Francia, sino, desde esa nación prepararse para dar otro paso importante del delirio de Hitler, ser amo y dueño del mundo, invadir y dominar a Gran Bretaña, no se necesita ser un experto cartógrafo para así concluirlo, se llega a Inglaterra desde Francia con sólo cruzar el Canal de la Mancha, un brazo del océano Atlántico que separa a ambas naciones, fue por ello que Churchil con fino olfato, cuando Hitler ocupa a territorio francés, mandó una de sus tropas conformadas por más de trecientos mil militares con el propósito de unirse a los franceses, para intentar de desalojar de Francia a los arios, estas tropas se apostaron en Dunkerque ( ciudad y activo puerto de Francia), pero los alemanes entraron a Francia con un buen equipos de guerra muy fuertes y más modernos que el de los franceses e ingleses, suscitándose una batalla en ese puerto que dio como resultado muchas bajas de los aliados, Churchil ordenó el reembarque y retiro de sus tropas de ese lugar, y regresaran a Inglaterra, con el fin de defender la isla desde su mismo territorio, al poco tiempo se inicia la cruenta batalla de Inglaterra, campaña aérea llevada a cabo por la Lufwaffe (fuerza aérea alamana) para mermar la resistencia inglesa y se facilitara una posterior invasión por tierra de este país; pero, todo les fracasó por el eficiente liderazgo que tuvo Churchil en defensa de la soberanía de Gran Bretaña, y por la apta resistencia de la RAF o Royal Air Force (fuerza aérea inglesa); el primer ministro Churchil, cuando los aviones de guerra de Alemania dejaron de surcar suelos ingleses, rindió un tributo a los aviadores británicos afirmando “NUNCA TANTOS, DEBIERON TANTO A TAN POCOS”, frase que a diario sale de bocas de los británicos.
Cuando el ejército del Reich se disponía a agredir por los cielos a Inglaterra, Churchil se dirigió al parlamento inglés, y pronunció un renombrado discurso que todavía se recuerda como una pieza oratoria brillante en el que se refirió al futuro de la guerra y a la posibilidad de invasión de parte de los alemanes; aquí, parte del discurso “el Imperio Británico y la República Francesa unidos por la misma causa, y por una misma necesidad, defenderán hasta la muerte su tierra natal, ayudándose mutuamente como buenos camaradas y hasta el límite más extremo de su fuerza. Incluso aunque grandes territorios de Europa y muchos antiguos y famoso estados hayan caído o vayan a caer en las garras de la Gestapo y de toda la odiosa maquinaria Nazi, no flaquearemos, ni fracasaremos. Lucharemos en Francia, lucharemos en los mares y océanos, lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en el aire, defenderemos nuestra isla, cualquiera que sea el coste de ello, lucharemos en la playa, lucharemos en los aeródromos, combatiremos en los campos y en las calles, pelearemos en las colinas, nunca nos rendiremos, e incluso si, caso que no contemplo en ningún momento, la isla o una gran parte de ella fuera sometida y abatida por la inanición, entonces nuestro imperio más allá de los mares, armado y protegido por la flota británica proseguiría la lucha hasta que, dios lo quiera, el nuevo mundo con toda su potencia y poder, dé un paso adelante para lograr el rescate y la liberación del viejo continente”. como bien conocemos Hitler perdió la segunda guerra mundial, victorioso Churchil fue reelegido primer ministro de Gran Bretaña, dimitiendo de su cargo cuatro años después, Churchil, la insignia más recordada por los europeos y por el resto del mundo, una de las grandes figuras de la historia, murió tras sufrir un derrame cerebral en el año 1965, escribió una monumental obra, «Mis memorias» con buen y exquisito estilo de letras, ojalá tenga la ocasión y el tiempo para volverlo a leer, y al que no lo ha leído se la recomiendo, repitiendo la advertencia que me hacía un ilustre sacerdote y profesor de derecho canónico en la universidad de Cartagena en tiempos de estudiante de derecho “lo importante es que no se muera sin leerlo”, refiriéndose mi profesor a la obra Don Quijote de la Mancha, del que estábamos conversando.