El periodismo es y ha sido siempre una de las profesiones más nobles y más hermosas, pero también con grandes responsabilidades. Es importante a la hora de informar aparte de la preparación, el conocimiento, la ética, al igual que su formación humanística. Hacerlo siempre con hechos reales y de actualidad, defendiendo la verdad, no por suposiciones, ni anteponiendo sentimientos de odio. Para mi opinión no me parece que se empleen estos medios para fines vengativos.
La radio y la prensa escrita son medios esenciales que diariamente mantienen informados a la comunidad de los hechos que ocurren en el país y a nivel mundial, informando los últimos acontecimientos a la sociedad. Esta labor requiere mucha ética y responsabilidad por parte de los profesionales que nos dedicamos a este oficio. Últimamente se observa que algunos no cumplen con estos preceptos tan importantes. Los valores se han perdido, se olvidan de informar con veracidad y con responsabilidad, se desdibuja por momentos lo bonito que es esta profesión, con elementos de juicio, investigando, contando historias que aporten y no que destruyan.
Por otra parte no olvidar, que la verdad no admite término medio. O es, o no es. De ahí que se diga que la verdad a medias es la peor de la mentira. Es decir, que se mueva en el terreno de las hipótesis, en suyo caso, debe hacerlo constar expresamente a través de la crónica o de la información noticiosa, e inclusive en las propias columnas de opinión.
Si alguna actividad requiere prudencia y sensatez es la del ejercicio del periodismo. No se puede andar con ligerezas. No olvidar que después de causarle mal a una persona por medio de una publicación injusta, así luego se rectifique, el mal queda flotando en su entorno social. Por eso se dice que de la calumnia algo queda. No puede ser es instrumento para dar rienda suelta a recónditos propósitos destructores, producto de resentimientos. Las injusticias son las causas de todas las violencias que padecemos. Algunos pretenden enlodar el buen nombre de los seres humanos y ponen en entredicho la honorabilidad de las personas. Les pido que utilicemos los medios de comunicación para informar con responsabilidad.
Hay que ser justos y correctos y no meterse a desprestigiar. Siempre hay alguien que nos admira, y que es respetuoso del importante oficio de los comunicadores, y nos admira por mantenerlos informados con responsabilidad. Este gran oficio debe ser siempre para aportarle a la comunidad y engrandecer la labor de los individuos que trabajan por un mejor país y cumplen misiones de servicio, entre muchos otros temas que se pueden profundizar y con los que podemos aportarle a nuestros seguidores, lectores, televidentes y radios escuchas.
En fin, la prensa tiene que actuar como un ente de control y emplear la crítica constructiva, función oportuna, especialmente en los momentos que vive el país. Indudablemente, sirve de freno a todo tipo de desmanes que desde esferas oficiales e inclusive de la empresa privada, se puedan cometer. No sin razón a la prensa se le considera como otro poder. Su misión, por lo tanto, es de trascendental importancia en el desenvolvimiento de la sociedad. Este medio debe ser para ayudar a edificar con integridad una mejor sociedad.