Eran las 6:50 de la tarde del pasado viernes. La luna empezó a alumbrar y el silencio en el barrio Buenos Aires, del municipio de Calamar (Bolívar), desapareció de repente. Seis detonaciones se escucharon en el sector.
No hubo gritos, ni voces que pidieran auxilio. Pero la angustia se apoderó rápidamente de la comunidad, que sin titubear salió a ver qué estaba pasando.
Con linternas, un grupo de personas empezó a buscar el sitio del que salían los disparos, y avanzaron varios metros hasta llegar al sector El Playón, a unos tres kilómetros del casco urbano de esa población. Allí solo había parcelas, pero no había paso para vehículos. Por esa razón, entraron caminando.
El recorrido parecía una pérdida de tiempo, en un principio. No había nada que les diera una pista de algo malo, pero poco después hallaron la respuesta.
Sobre la tierra, cerca a la entrada de una de las parcelas, estaba Juan Natanael Cervantes Meriño. Su rostro estaba bañado en sangre y parte de su camiseta también.
A simple vista, los testigos notaron que los seis balazos que escucharon minutos antes, eran los mismos que impactaron a Juan, acabando con su vida en cuestión de segundos.
Sin embargo, quienes lo encontraron trataron de auxiliarlo. Pero, al darse cuenta de que era imposible, se comunicaron con la Policía, que llegó una hora después.
Los uniformados informaron que el cadáver tenía orificios en la frente, en el lado izquierdo de la cabeza, el pecho, la espalda y cerca de las costillas.
Cerca del lugar no había más nadie. No se sabía quién ni por qué lo mató.
Por otra parte a eso de las 12:30 de la tarde del viernes, Víctor Manuel Cadena Herazo fue asesinado con un changón. Las razones son desconocidas, pero el presunto autor no.
La Policía tiene en su poder a José Rafael Caraballo Cabarcas, más conocido como “El Rey”, señalado de atacar a Víctor en el sector El Matadero, del municipio de Mahates (Bolívar), frente a su familia.
Dolientes del fallecido aseguraron que él estaba con sus cuatro hijos y un hermano cuando fue asesinado por “El Rey”.
“El hermano persiguió al asesino, pero se le escapó. La Policía lo agarró hoy (ayer) en la madrugada en la bomba de Mahates, cuando intentaba escapar”, contó Carmen Morales, su esposa, quien aseguró que el crimen de Cadena Herazo es extraño.
La víctima tenía 27 años y era comerciante de ropa, zapatos y perfumes