A través de los años el invierno se ha convertido en el mayor verdugo de las poblaciones ribereñas del departamento, por eso cada vez que se acerca la temporada de lluvias la zozobra se apodera de los habitantes, quienes temen resultar nuevamente damnificados por las inundaciones, como es el caso del municipio de Barranco de Loba, en donde el año pasado quedaron cientos de damnificados, pérdidas de cultivos y animales, por eso en medio del invierno su comunidad reclama celeridad en las obras de mitigación que adelanta la Gobernación de Bolívar.
Dichas obras son parte de los compromisos adquiridos por la Alcaldía de Barranco de Loba y la Gobernación el pasado 13 de agosto tras una reunión con la comunidad, el acuerdo era que la Alcaldía se encargaría de cerrar los chorros en los sectores caño Hernán, Lerma 2, Escubillal y subir los jarillones en caño Hernán, Puerto Corozo y Río Nuevo, mientras que la Gobernación se comprometió a intervenir el chorro Lerma 1, para lo cual dispuso $300 millones, sin embargo los afectados refirieron que pese a que la alcaldía cumplió con su parte del acuerdo, son muy pocos los avances en el chorro Lerma 1, incluso sectores como San Antonio, vereda Las Delicias, y parte del barrio El Carmen permanecen inundados impidiendo que los agricultores cosechen.
“Desde el año pasado hemos venido afectados con esos chorros, sobre todo los pequeños ganaderos, agricultores y pescadores de la zona, por eso cuando vino atención y prevención de desastre se comprometieron a taponar el chorro pero hasta el día de no hay avances significativos, solo está trabajando una máquina y mientras tanto no tenemos de qué vivir”, refirió Pedro Martínez, habitante de Barranco de Loba.
De acuerdo a las declaraciones de los barranqueros, en noviembre, cuando se cumplirán los tres meses estipulados para la ejecución de la obra, deberá estar listo el taponamiento del chorro, sin embargo ante la preocupación porque no se cumpla el acuerdo en el tiempo indicado, varios líderes de la zona radicaron un derecho de petición en Gestión de Riesgo departamental pidiendo cumplir con lo pactado, antes de que los niveles del río sigan aumentado y se presente una nueva situación lamentable.
Ariel Zambrano, director de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo, indicó que “pusimos en marcha todo lo correspondiente al apoyo a la maquinaria pesada para el taponamiento, teniendo en cuenta que es una obra de mitigación que se está trabajando en conjunto con la Alcaldía, sin embargo la temporada de lluvias ha retrasado el cronograma, teniendo en cuenta que las condiciones no han sido las más favorables y por ende debido a los efectos naturales debemos adaptarnos, por eso se pararon los trabajos durante unos días porque no podemos perder tampoco lo que hemos adelantado”.
Así mismo dijo que para culminar las obras se tienen previstas entre 6 y 7 semanas, recordando que no se trata de una obra definitiva sino de mitigación de riesgo.