Febrero de 2021 es un mes histórico para la exploración de Marte, ya que por primera vez en la historia tres sondas de distintos países entran al planeta rojo en un mismo mes. Aunque cada expedición lleva objetivos propios, el estudio detallado de estas expediciones acerca del suelo y la atmósfera marciana servirá para conocer más sobre la historia del planeta.
Poco después de las 4:15GMT de este martes ingresó en la órbita del planeta rojo Hope, la misión enviada por Emiratos Árabes Unidos, la primera de un país árabe.
Lo hizo después de llevar a cabo una compleja maniobra de frenado para poder ser capturada por la gravedad del planeta.
Y en los próximos días se espera que lleguen otras dos sondas espaciales para estudiar su geología, su atmósfera y buscar posibles signos de vida, como bacterias.
La siguiente será la misión Tianwen-1 de China, cuya llegada está prevista para este miércoles, y Perseverance, de la NASA, aterrizará el 18 de febrero.
La cercanía de fecha se debe a que las tres misiones aprovecharon una «ventana» que ocurre cada cierto tiempo en la que la distancia entre Marte y la Tierra es menor.
La separación entre los dos planetas cambia constantemente debido a sus diferentes velocidades cuando orbitan alrededor del Sol, por lo que el mejor momento para lanzar misiones que requieran la menor cantidad de combustible ocurre una vez cada 26 meses.
Pero al igual que con cualquier misión a Marte, las tres naves espaciales enfrentan desafíos tremendos, incluidos los infames «siete minutos de terror«, el tiempo que tarda una nave espacial en bajar desde la parte superior de la atmósfera del planeta al suelo.
La mitad de todas las misiones anteriores al planeta rojo terminaron en fracaso.
Entonces ¿cómo esperan los científicos lograrlo esta vez? Y ¿qué buscan investigar?
Misión exitosa
La histórica primera misión de Emiratos Árabes a Marte despegó de Japón en julio del año pasado.
Y el éxito de la maniobra para ingresar en órbita fue anunciado en vivo por televisión y por las redes sociales por el director de la misma, Omran Sharaf, desde la sala de operaciones del Centro Espacial Mohamed bin Rashid de Dubái.
La sonda explorará la atmósfera del planeta rojo, algo que no se ha hecho en ninguna misión anterior a Marte.
En particular, los científicos creen que puede contribuir a nuestra comprensión de cómo el planeta perdió gran parte de su aire y, con él, gran parte de su agua.
A diferencia de las misiones chinas y estadounidenses, Hope no aterrizará en Marte, sino que se quedará en órbita en el planeta durante al menos un año marciano, o 687 días.
Se espera que sus datos comiencen a llegar a la Tierra en septiembre.
El corresponsal de BBC Science, Jonathan Amos, describió la misión Hope como un «esfuerzo científico».
«[Se] considera en gran medida como un vehículo de inspiración, algo que atraerá a más jóvenes en los Emiratos y en toda la región árabe a estudiar ciencias en la escuela y en la educación superior», dijo.
Solo Estados Unidos, India, la antigua Unión Soviética y la Agencia Espacial Europea han llegado antes a Marte con éxito.
La llegada de Hope coincide con el 50 aniversario de la formación de los Emiratos Árabes Unidos.
Los grandes edificios y lugares de interés en el país se han iluminado de rojo por la noche, las cuentas del gobierno están adornadas con un hashtag e imágenes alusivas y, en el gran día, el Burj Khalifa de Dubái, la torre más alta del mundo, será el centro de un espectáculo de celebración.
China también quiere llegar a Marte
La primera misión de exploración de Marte de China, llamada «Preguntas al cielo«, en realidad no aterrizará hasta dentro de tres meses.
Esto permitirá a los ingenieros evaluar las condiciones atmosféricas del planeta antes de intentar lo que será un descenso peligroso.
Para aterrizar en Marte, los científicos deben afrontar el desafío de reducir la velocidad de entrada, que es de 20.000 km/h, a casi la velocidad en la que camina un humano para el momento de «bajar las ruedas».
China espera aterrizar su dispositivo de 240 kg en una llanura dentro de la cuenca de impacto Utopía en mayo.
El robot, impulsado por paneles solares desplegables, estudiará la geología de la región, en la superficie y justo debajo de ella.
Un mástil alto lleva cámaras para tomar fotografías y facilitar la navegación. Cinco instrumentos adicionales ayudarán a evaluar la mineralogía de las rocas locales y buscarán hielo de agua.
A los científicos chinos les gustaría que el robot estuviera en servicio al menos 90 días. Hasta ahora, solo los estadounidenses han logrado llevar a cabo operaciones de larga duración en Marte (las misiones soviéticas Mars-3 y Beagle-2 de Europa duraron poco tiempo).
Tianwen-1 ya ha enviado su primera imagen de Marte a la Tierra: una foto en blanco y negro que muestra características geológicas como el cráter Schiaparelli y el valle Marineris, una vasta franja de cañones en la superficie marciana.
La imagen fue tomada desde una distancia de 2,2 millones de kilómetros de Marte.
Tianwen-1 no es el primer intento de China de llegar a Marte. Una misión anterior con Rusia en 2011 terminó prematuramente cuando el lanzamiento falló.
Pero el país está confiado después de enviar dos misiones a la Luna.
Con la segunda el año pasado, China se convirtió en el primer país en hacer un aterrizaje exitoso en el «lado oscuro» del satélite.
La NASA vuelve a Marte
La Perseverance de la NASA buscará evidencia de vida microbiana antigua en Marte.
Recolectará muestras de rocas que podrían proporcionar pistas invaluables sobre si alguna vez hubo vida en el planeta rojo.
Se espera que el vehículo más grande y sofisticado jamás enviado a aterrizar en otro planeta aterrice en Marte poco antes de las 21:00 GMT del jueves 18 de febrero, en un cráter casi ecuatorial llamado Jezero.
«Cuando los científicos miran nuestro lugar de aterrizaje, el cráter Jezero, ven la promesa científica de todo: los restos de un antiguo río que fluye hacia adentro y hacia fuera de este cráter y piensan que ese es el lugar para buscar señales de vida pasada», dice Allen Chen, el ingeniero que lidera el esfuerzo de Entrada, Descenso y Aterrizaje (EDL) para Perseverance.
Sin embargo, el experto también ve ciertos riesgos.
«Hay peligro en todas partes. Hay un acantilado de 60 a 80 metros de altura que atraviesa el centro de nuestro lugar de aterrizaje. Si miras hacia el oeste, hay cráteres de los que el robot no puede salir incluso si aterrizamos con éxito en uno de ellos. Y si miras hacia el este, hay rocas grandes por las que no se podría mover», explica a la BBC.
Afortunadamente, Perseverance tiene algunas tecnologías probadas que deberían garantizar que llegue a un punto seguro en la superficie.
El tamaño del aparato es aproximadamente el mismo que el de un auto SUV pequeño y pesa una tonelada.
El vehículo puede moverse de forma autónoma 200 metros por día y está equipado con 19 cámaras y dos micrófonos, con los que los científicos esperan grabar los primeros sonidos de Marte.
La misión también intentará volar un dron que pesa 1,8 kg en otro mundo por primera vez.
A pesar de sus promesas, solo descubriremos el alcance total de los hallazgos de Perseverance cuando las muestras recolectadas en el planeta rojo regresen a la Tierra.
Esto sucederá después de que termine la misión, dentro de dos años.