Por: Juan Carlos Ortega Arrieta, Licenciado en Español y Literatura.
En los procesos educativos existen dificultades de aprendizaje cuyo origen no es posible determinar por las condiciones del contexto, las herramientas metodológicas, el modelo pedagógico, la didáctica del maestro o las técnicas básicas de adquisición de conocimientos utilizadas por el estudiante, sino que atienden a problemas de carácter neurobiológico que impiden el desarrollo humano integral.
No se trata, en principio, de las dificultades comunes que presentan los niños en la escuela, como el aprendizaje a un ritmo especial, la falta de atención, el bajo desarrollo de la memoria a largo plazo o la introversión, sino de problemas severos y constantes para la asimilación y aprehensión de estructuras, campos y unidades semánticas, sencillas y complejas, necesarias para el desarrollo cognitivo, cognoscitivo, emocional e integral del niño.
Se trata del TA (Trastorno del aprendizaje), definido como:
[…] la incapacidad persistente, inesperada y específica para adquirir de forma eficiente determinadas habilidades académicas (ya sea lectura, escritura, cálculo, dibujo, etc.), y que ocurren a pesar de que el niño tenga una inteligencia normal, siga una escolarización adecuada y su entorno socio-cultural sea favorable (Málaga Diéguez y Arias Álvarez, 2010, p.43).
Al decir de Málaga y Arias, es importante tener en cuenta que a pesar de que las condiciones del entorno familiar y escolar sean adecuadas para el proceso de aprendizaje del niño, y que su coeficiente intelectual sea normal, ello no condiciona su capacidad inherente para la adquisición de diferentes tipos de habilidades en el campo académico. Es precisamente por esto que muchas veces el trastorno de aprendizaje pasa desapercibido por los familiares y hasta por los mismos docentes, pues consideran que le están brindando al estudiante las condiciones externas suficientes para su desarrollo humano, pero, en realidad, existen de fondo unas dificultades de adquisición atípicas que representan un problema mucho más grave de lo que se piensa.
A continuación, se presentarán de manera general los principales trastornos del aprendizaje en los niños, sus características, implicaciones socioculturales, académicas, físicas, cognitivas y cognoscitivas. Estos se han denominado en el campo de la neuropediatría como dislexia, discalculia, trastorno del aprendizaje no verbal, TDA-H y síndrome de Asperger.
La dislexia:
La dislexia constituye el trastorno del aprendizaje más frecuente y de mayor implicación a nivel global en la población infantil, puesto que afecta una de las necesidades más importantes del ser humano: el lenguaje. Los niños con dislexia presentan problemas en los procesos de lectura y la escritura, pues se ven afectados el componente fonológico y la decodificación de las palabras.
No obstante, la forma en que aparece este trastorno del aprendizaje puede variar. En algunos casos, y con mayor frecuencia, suele pronunciarse en las primeras etapas del desarrollo humano y detectarse en el entorno escolar. En otros, aparece cuando ya se ha adquirido la estructura de la lengua, las habilidades fonológicas y grafonémicas, perdiéndose así gran parte de las competencias adquiridas en las primeras etapas del desarrollo sobre el sistema de la lengua escrita.
Alguien con el trastorno del aprendizaje de la dislexia presenta dificultades para la decodificación fonológica, es decir que tiene problemas para realizar la conversión grafema-fonema, para corresponder las unidades básicas del lenguaje escrito con las unidades básicas del lenguaje oral.
Para Castles (1993), existen tres subtipos de dislexia: 1. Dislexia fonológica: dificultades para el desarrollo de la lectura grafema-fonema, es decir, de sílaba a sílaba. 2. Dislexia de superficie: dificultades para el desarrollo de la lectura léxica, cuyo énfasis reposa en la lectura de términos irregulares. 3. Dislexia mixta: combinación de los dos subtipos anteriores.
La discalculia:
Es el trastorno del aprendizaje en el que el niño no es capaz de adquirir habilidades matemáticas, a pesar de que tenga una formación académica y un nivel intelectual estándar. Esto se refleja principalmente en que, para su edad, el niño no posee los conocimientos ni la capacidad de resolución de problemas con respecto a la población de niños de esa misma edad que sí poseen esas habilidades, como ubicarse en el tiempo horario, en el calendario, en una cuenta numérica, u otros aspectos de la vida cotidiana en que se hace imperativa la capacidad matemática.
Los estudiantes con discalculia tienen un bajísimo rendimiento académico en el área de las matemáticas con respecto a sus demás compañeros de escuela, pero pueden llegar a adquirir con el tiempo unidades matemáticas sencillas.
La discalculia es un déficit en el sentido numérico, es decir, en la asociación del componente numérico con la representación simbólica de los números o de las operaciones aritméticas.
Trastorno del aprendizaje no verbal:
El trastorno del aprendizaje no verbal es quizá, a nivel global, el menos conocido o mencionado de los trastornos del aprendizaje. Una persona con este problema presenta una alteración en la percepción táctil y visual, lo mismo que en la motricidad, como la ineficiencia motora y la mala coordinación. También es posible que existan dificultades para la atención y la memoria táctil y visual, así como en los comportamientos de exploración y la incapacidad para formar conceptos o solucionar problemas.
Estos síntomas surgen principalmente cuando se presentan nuevas situaciones a las que el niño debe adaptarse, en la competencia, las relaciones sociales y la estabilidad emocional.
TDA-H:
El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad constituye uno de los trastornos más frecuentes en la neurobiología. Consiste en una disfunción de los circuitos de la atención y de las funciones ejecutivas. Generalmente, el TDA-H suele ir acompañado del trastorno de la dislexia o de la discalculia, lo que asevera las dificultades para el desarrollo humano.
A manera de conclusión, hay que señalar que el oportuno diagnóstico de cada uno de los trastornos del aprendizaje juega un papel clave en el tratamiento de la dificultad, puesto que en las primeras etapas del desarrollo humano es más sencillo adecuar las estructuras y los campos semánticos a la adquisición del aprendizaje, muy a pesar de que exista un problema severo, que sería mucho más difícil de tratar en pacientes cuya edad es avanzada.
Referencias bibliográficas
Castles, A. (1993). Varieties of developmental dyslexia. Cognition. (47), pp.149-180.
Málaga Diéguez, I.; Arias Álvarez, J. (2010). Los trastornos del aprendizaje. Definición de los distintos tipos y sus bases neurobiológicas. Bol Pediatr. (50), pp.43-47.