En las últimas semanas Venezuela ha sido el foco de atención en los diferentes medios de comunicación tanto nacionales como internacionales debido a los diferentes acontecimientos que se han presentado, entre esos la posesión de Juan Guaidó como presidente interino del vecino país y el reconocimiento que ha recibo por parte de diferentes naciones quienes apoyan la decisión de los venezolanos al otorgar este título al diputado.
Para nadie es un secreto que la calidad de vida en el vecino país ha decaído gracias a la amarga crisis por la que llevan años atravesando, y por la que miles de ciudadanos han dejado su hogar para buscar mejores oportunidades en lugares donde muchas veces ni siquiera son bien recibidos, ya sea por xenofobia o el estigma que se ha formado por varios grupos de inescrupulosos que buscan dinero fácil.
Sin embargo, el tema sigue tocando una fibra sensible en la mayoría debido a las condiciones en las que se encuentra dicho país, y porque a la hora de la verdad es conveniente para todos que se acabe la Dictadura de Nicolás Maduro, ya que esto facilita que poco a poco se inicie un plan de restauración económico, político y social que tanto se necesita. A pesar de que hoy día esto suene hasta utópico, no se pierde la esperanza de que se haga realidad.
No obstante, no se puede dejar de lado los problemas internos que presenta nuestro país Colombia que si bien son diferentes, realmente no dejan de ser de urgente atención por parte del mandatario, por lo que es un poco indignante que el presidente electo Iván Duque se interese más por el tema de las ayudas humanitarias en el vecino país, que por la ola de violencia que está atravesando el pueblo durante su mandato o el tema Hidroituango, que cada vez más preocupa a la nación.
¿O es que seguro todavía no le han dicho que debe hacer al respecto?, los colombianos tenemos en cuenta que se refuercen las relaciones con otros países, sin embargo, el país siempre debe estar primero y está exigiendo que se tomen acciones inmediatas con tantas problemáticas que parecen nunca desaparecer y menos si les hacen la vista gorda, porque como ya es costumbre aquí actuar cuando es beneficioso para unos cuantos, mientras que el pueblo se las arregla como puede.