Es evidente el mal estado del resalto ubicado enfrente del hospital La Divina Misericordia, el cual desapareció casi por completo
Desgastados, sin señalización y sin condiciones técnicas. Así lucen muchos de los resaltos y reductores de velocidad que hay en la ciudad y que los convierten, según muchos ciudadanos, en peligros invisibles en la vía porque en vez de ayudar a prevenir accidentes aumentan la posibilidad de que ocurran.
Entonces, ¿Qué deben hacer con ellos? A través de las redes sociales, algunos usuarios piden a gritos que los retiren y dejen de utilizarse, pero otros aseguran que mientras exista imprudencia de los conductores al volante, su uso es más que necesario, pero con las “condiciones adecuadas”.
Es evidente el mal estado del resalto ubicado enfrente del hospital La Divina Misericordia, el cual desapareció casi por completo, y ni hablar de los reductores a la altura de Almacenes Éxito o los que se encontraban en el parque de los Estudiantes, esos se quedaron sin taches.
Reductores ilegales
Aunque en Magangué los ciudadanos ya no sufren por la falta de semáforos y señales, en algunos barrios los mismos moradores abusan, construyendo hasta cuatro “policías acostados” en una misma cuadra, afectando la movilidad.