Vías destruidas, aguas represadas, huecos que se convierten en trampas mortales y un buen número de problemas sociales es el saldo que dejan los trabajos
“No nos oponemos al desarrollo y progreso de nuestro municipio, pero necesitamos que las obras se ejecuten bien”. Con esta frase, varios habitantes de Mompox criticaron el mal estado de las calles como consecuencia de los trabajos de construcción del nuevo alcantarillado.
Por más de cuatro décadas, los habitantes de la llamada “Ciudad Valerosa”, recientemente declarada Distrito Especial, Turístico, Cultural e Histórico, venían pidiendo a gritos una obra de esta envergadura, sin embargo la euforia que en su momento generó el inicio de la intervención, se está convirtiendo en desesperación.
¿Llegó la destrucción?
Cada vez que las cuadrillas de la firma contratista “Nuevo Alcantarillado” ingresan a un barrio o sector a realizar una intervención, los moradores piensan única y exclusivamente en “cómo quedarán las calles”.
Vías destruidas, aguas represadas, huecos que se convierten en trampas mortales y un buen número de problemas sociales es el saldo que dejan los trabajos de construcción del alcantarillado de Mompox, que se ejecutan con recursos que superan los 43 mil millones de pesos.
“Es algo fácil y elemental como señalizar bien y al final de la intervención tapar los huecos, pasar la cuchilla y santo remedio… ¿Será mucho pedir?”, dice una publicación hecha por un momposino en redes sociales.
Esta obra tiene un tiempo de ejecución contemplado de 30 meses, y tratará el 100 por ciento de las aguas residuales del casco urbano del municipio, evitando la contaminación de la cuenca baja del río Magdalena y de esta manera mejorará la calidad de vida de miles de ciudadanos.