Hombre liberado tras secuestro en el Atlántico, dijo que nunca recibió amenazas Leonardo Sánchez Rivera fue plagiado el sábado en el Atlántico y dejado libre el domingo por la noche en el departamento del Magdalena.
Leonardo Sánchez Rivera, secuestrado el sábado y dejado en libertad por los captores por la presión del Gaula de la Policía y el Ejército, dijo este lunes ante los medios de comunicación que en ningún momento recibió amenazas ni llamadas y que los secuestradores nunca le exigieron nada durante el tiempo que lo mantuvieron retenido.
“Nunca he tenido amenazas de ningún tipo, ni he recibido llamadas. Esto se presentó así de repente”, dijo Sánchez Rivera.
Relató ante los medios de comunicación que él había llegado desde tempranas horas a la finca ubicada en el municipio de Ponedera. “Como a las 4:00 o 5:00 de la tarde llegaron unos tipos en un motocarro. Llegaron y me dijeron que me querían a mí. A las otras personas que estaban allí las amarraron y luego me dijeron: ‘usted se va con nosotros’. Y nos fuimos en mi camioneta”.
Agregó que salieron de la finca y llegaron a un sitio donde luego abordaron un ‘johnson’, en el que travesaron del río Magdalena. “Caminamos toda la noche. Yo no veía nada porque me mantenían vendado los ojos. Solo me decían camine rápido y colabore que si usted colabora todo saldrá bien”.
Manifestó que durante el trayecto nunca le hablaron de dinero ni nada por el estilo. “Ellos hablaban poco solo hablaban para decir que colaborar. Caminamos toda la noche. Durante el día permanecimos en un sitio, que no sé dónde queda, porque yo estaba vendado. Yo no decía nada porque cuando uno va para el matadero lo que mejor que puede hacer es quedarse callado”.
Indicó que sí escuchaba las aeronaves volando cerca del lugar. “Ellos también, porque solo los escuchaba murmurar entre ellos. Cuando llegó la noche empezamos a caminar de nuevo. Y después nos detuvimos en un lugar. Se sentían los helicópteros y ellos murmuraban entre sí. Yo les había pedido que desataran las manos. Solo me dejaron los pies amarrados, pero me tenían con los ojos vendados. Después de un tiempo no escuché murmullos ni nada y supuse que estaba solo. Y así fue. Me desaté los pies y empecé a caminar”.
Relató que no supo la hora en que los tipos lo dejaron solo, pero que él empezó a caminar y como a eso de las 3:00 de la mañana escuchó una moto. “Era una persona que llevaba queso y me sacó hasta un sitio más despejado. Allí cogí un motocarro y le dije que me llevara hasta la estación de Policía de Salamina. Doy gracias a la Policía, al Ejército, a la Armada, a La Fuerza Aérea, al Gaula de la Policía y del Ejército, porque gracias a la presión que ellos ejercieron me dejaron libre”.
Sánchez Rivera aclaró que tiene una finca en Ponedera donde tiene algunos animales. “Tengo 16 años de estar viviendo acá y tengo uno animalitos, pero ganadero como tal no sé qué decir. Vivo en Malambo desde hace unos 17 años. He sido comerciante toda la vida y gracias a Dios me ha ido bien”.