El presidente asegura que hay jóvenes que tienen el talento para formarse en menos tiempo. Expertos, colegios y universidades analizan la iniciativa.
El sistema educativo de Colombia tiene que adaptarse para desarrollar las competencias de los niños y de los jóvenes, así lo propuso el presidente Iván Duque.
“Creo que nosotros tenemos que pensar y redimensionar la educación en función de la sociedad que estamos construyendo, hay una visión clara y es que es que el mundo del siglo XXI es un mundo más dinámico«, dijo.
Para el mandatario, los jóvenes hoy tienen otras expectativas a la hora de educarse.
«Hay estudiantes que ya no necesariamente están buscando un diploma, sino que están buscando conocimiento y habilidades, y que ya no tienen paciencia para esperar 5 años para formarse, sino que tienen el talento y la capacidad para formarse en menos tiempo”, aseguró.
La ministra de Educación, María Victoria Angulo, explicó en qué consiste la propuesta.
«Que el estudiante culmine un programa, que lo haga también acorde a lo que hoy está requiriendo la sociedad y que, en ciertas áreas particulares, como en la tecnología, pueda tener certificaciones que lo vayan habilitando laboralmente y completen el trabajo que están haciendo las universidades«, explicó.
Según la funcionaria, esta sería una apuesta que les abriría las puertas del mercado laboral a los jóvenes.
“Sintonizados con lo que va haciendo la educación, las ofertas que complementan con el Sena, Innpulsa y el Ministerio de Trabajo, porque es un objetivo apoyar y lograr una mayor vinculación laboral de los jóvenes», anotó.
Sin embargo, los expertos aseguran que Colombia requiere una verdadera reforma a la educación que vaya desde el preescolar y pase por la primaria.
«Una visión articulada en tema educativo colombiano que permita integrar los grados y, sobre todo, reconocer que las personas aprenden no en lapsos cortos, sino en lapsos largos», afirmó Fabio Jurado, profesor e investigador de la Universidad Nacional.
«Podemos homologar, entonces el joven tendría ya un camino adelantado. No empezaría desde cero, podría empezar en tercer, cuarto o quinto semestre”, señaló Marelen Castillo, directora de Iniciativas Estratégicas de la Universidad Minuto de Dios.
“Es que todos los títulos dejen de ser un cartón colgado en la pared y se conviertan más bien en una serie de habilidades que las personas que se gradúan de esas carreras pueden lograr, hacer, demostrar”, anotó, por su parte, Natalia Ariza Ramírez, exviceministra de Educacion Superior.
Advierten que es necesario que la disminución del tiempo no debe perjudicar la calidad.
“Es terrible lo que hemos tenido que afrontar con la modalidad que se llama educación para el trabajo y el desarrollo humano. Lo que es loable es pensar en una carrera que forma en oficios y profesiones en uno dos o dos años y medio, pero la calidad es deplorable«, indicó Jurado.
En Colombia, algunas instituciones de educación superior ya han venido adoptando el modelo de homologar materias que los jóvenes han visto en educación media, con el objetivo de que no empiecen de cero la carrera profesional.
«La reducción en el tiempo de los programas es una tendencia mundial, pero lo importante es que esa reducción, tal vez en el número de horas o en el número de asignaturas que se estudia en un pregrado, debe ir acompañado de una innovación pedagógica», indicó Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario.
Asimismo, desde los colegios aseguran que la educación debe centrarse en el desarrollo de las personas, mediante la integración de varias ciencias, para resolver problemas de la vida real.
Modelo exitoso en Manizales
Desde hace más de seis años, la fundación Lúker en Manizales aplica el modelo ‘La universidad en tu colegio’ en los grados 10 y 11 de 21 instituciones educativas oficiales.
“Para darles acceso a las personas que aparentemente no van a tener acceso a la universidad fácilmente”, subrayó Pablo Jaramillo, gerente de la fundación.
Explicó que esos problemas de ingreso a la educación superior ocurren por dos razones fundamentales.
“La primera es la económica y la segunda razón poderosa es porque para entrar a las universidades públicas, que son las que pudieran tener facilidades económicas para los estudiantes de escasos recursos, hay que tener unos buenos puntajes en las pruebas Saber”, argumentó.
Anotó que con la estrategia de la fundación los estudiantes “tienen acceso a programas y universidades de alta calidad”, además de que dichos programas “están muy coordinados con el sector productivo”.