Más de 20 víctimas podría tener en su haber delictivo el excapitán de la Infantería de Marina Raúl Danilo Romero Pabón. Esa es una posible cifra que se maneja en la investigación que se adelanta contra este depredador sexual, que aceptó que accedía sexualmente a menores de entre 13 y 16 años y luego les tatuaba su nombre como signo de posesión sobre estas. Y es que su trasegar en esas oscuras andanzas no sería nuevo. Las indagaciones estiman que entre el 2010 y el 2012, Romero habría empezado a acceder a menores.
Este hombre fue capturado a finales de julio pasado en medio de la operación Vesta, realizada por la Fiscalía, Migración Colombia, la Policía y la agencia estadounidense HIS, en la que también atraparon a Liliana Campos Puello, ‘la Madame’.
Fue puesto ante un juez de Garantías y enfrentó un proceso por los delitos de concierto para delinquir, estímulo a la prostitución de menores de edad, demanda y explotación sexual comercial de menores de 18 años, utilización de medios de comunicación para facilitar la explotación sexual comercial de menores y uso de menores en la comisión de delitos.
Ante el juez de Garantías, Romero, quien ese mismo día había sido retirado de la Armada por indagaciones disciplinarias, aceptó que había accedido a dos menores y por ello aceptó solo dos cargos de los cinco que le imputó la Fiscalía: concierto para delinquir agravado y demanda de explotación sexual comercial agravada.
Tras aceptar esos cargos, fue cobijado con medida intramural. Lo enviaron a la cárcel para funcionarios de Sabanalarga (Atlántico), desde donde enfrenta su proceso judicial. A la cárcel también fueron a parar una joven de 19 años señalada de conseguirles a las menores que eran accedidas y el sujeto que, presuntamente, les hacía los tatuajes a las víctimas.
Todo estaba dado para que mañana viernes, a las 11 de la mañana, Raúl Danilo fuera presentado en audiencia ante el juez Primero Penal del Circuito con funciones de Conocimiento, pero la diligencia fue aplazada debido a que la fiscal que lleva el caso presentó una excusa. Por ello, fue postergada para el próximo 25 de septiembre, a las 2:30 de la tarde.
En esta cita, el togado volverá a preguntarle al exmilitar si cuando se allanó a los dos delitos en la audiencia de Garantías lo hizo sin presiones, sin que lo estuvieran obligando. Tras conocer su respuesta, el juez decidirá cuántos años deberá pasar encerrado en una cárcel por esos delitos que está aceptando. Expertos dicen que podrían ser entre 15 y 25 años.
Con cinco Facebook falsos
Las indagaciones de las autoridades dejan ver que las víctimas de Raúl podrían estar entre los 11 y 16 años. Y es que además de los delitos que le imputaron en torno a la operación Vesta, este hombre tiene una investigación que data del 2015 en la Fiscalía Primera Seccional.
En esa investigación son cuatro menores, con las edades mencionadas, las que habría sido víctimas de Raúl, pero ese es otro proceso aparte. En torno a este, además de los accesos sexuales a cambio de dinero, lo investigan porque habría cometido violaciones y tatuado a las víctimas. Por ello, las autoridades realizan las acciones pertinentes, pues habría otro tatuador ligado a esta otra línea investigativa.
Y el modus operandi de Raúl sería el mismo que se le descubrió en la operación Vesta. Las indagaciones dejan ver que el entonces militar recorría barrios marginales para ofrecer dinero a sus víctimas a cambio de tener relaciones sexuales.