El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado que la Navidad comenzará el 1 de octubre como un gesto de «agradecimiento» hacia el pueblo venezolano. Este anuncio se da en un contexto de creciente tensión política en el país, ya que el mismo día la Fiscalía emitió una orden de arresto contra el candidato presidencial de la oposición, Edmundo González Urrutia.
Maduro explicó su decisión durante su programa semanal, diciendo: «Está llegando septiembre y dije: septiembre y ya huele a Navidad. Y por eso este año, en homenaje a ustedes, en agradecimiento a ustedes, voy a decretar el adelanto de la Navidad para el 1 de octubre. Para todos y todas llegó la Navidad, con paz, felicidad y seguridad».
El decreto de Maduro ha generado diversas reacciones en un momento en que Venezuela enfrenta una crisis política significativa. La oposición y la comunidad internacional han manifestado preocupación por la situación de González Urrutia, pidiendo garantías para su seguridad y libertad.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Venezolana ha reiterado la importancia de respetar el voto popular y ha mostrado su solidaridad con las personas que aún desconocen la ubicación de sus familiares detenidos tras los recientes comicios. En este panorama de incertidumbre, la decisión de adelantar la Navidad se percibe como un intento del gobierno por cambiar el enfoque de la opinión pública.