Hace unas pocas semanas manifesté que la mayor cuota de desprestigio de las Cortes corría por cuenta de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia; hoy debo reconocer que la iguala o supera la Corte Constitucional.
El país entero aplaudió las modificaciones que el Congreso de la República había realizado a la implementación de los acuerdos, en cuanto al funcionamiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (J.E.P.); sin embargo, esta semana el Magistrado Alejandro Linares Presidente de la Corte Constitucional y el ponente Antonio José Lizarazo anunciaron un fallo ( no se conoce el texto de la sentencia) en el que recobran una total impunidad quienes ejercieron violencia sexual contra niños y adolescentes, a los cuales se les había aprobado por el Congreso de la República, se aplicarían las penas del Código Penal ordinario. En efecto, la Corte Constitucional mantuvo las penas “alternativas” de violencia sexual a menores con el argumento de que el Congreso no tenía competencia para establecer sanciones distintas a las establecidas en el acto legislativo 01 del 2017 que creó la J.E.P.
Lo que no se nos ha dicho a los colombianos es cuáles serán las penas alternativas y en qué consisten. ¿Acaso será vigilando parques o barriendo calles? ¡Qué belleza de justicia!
En el evento de que hubiera lugar a extradición, los Honorables Magistrados sostienen que si se trata de delitos cometidos después del 1 de diciembre del 2016, la J.E.P. podrá decretar y practicar pruebas, es decir, dilatar…dilatar…
Las inhabilidades para ser Magistrados de las J.E.P que había determinado la Ley, también fueron tumbadas con el argumento de que el Congreso no tenía competencia para este tema. Es decir, ahora el legislador no es el Congreso, es la Corte Constitucional que lo sigue haciendo a diario.
No creo que haya un solo colombiano que no reconozca el grave deterioro de la justicia y el imperio de la impunidad.
Lo menos que podemos esperar es un cambio profundo y radical en este nuevo gobierno sobre algo tan fundamental en la vida de los pueblos.
Será acaso la vía de una Constituyente?. ¿ Sería productivo concretar una reforma a la justicia con los mismos protagonistas de su corrupción y desprestigio?.¿ El cartel de la toga tendrá algo que aportar?.¿Cuándo llegarán a las cortes los mejores juristas?