
Las más recientes observaciones del asteroide 2024 YR4 han cambiado el panorama de su trayectoria. Mientras que la NASA ha reducido significativamente la posibilidad de que impacte la Tierra en 2032, los nuevos cálculos han aumentado el riesgo de colisión con la Luna.
El asteroide, descubierto el 27 de diciembre de 2024 por el Observatorio El Sauce en Chile, inicialmente tenía una probabilidad de impacto con la Tierra del 3,1%. Sin embargo, tras un análisis más detallado con datos recopilados entre el 19 y el 20 de febrero de 2025, los expertos han reducido este riesgo a solo un 0,28%. A pesar de esta buena noticia, el nuevo análisis indica que la probabilidad de que el asteroide choque con la Luna ha aumentado al 1%.
¿Qué pasaría si el asteroide impacta la Luna?
Aunque la posibilidad sigue siendo baja, un impacto del 2024 YR4 en la Luna podría generar un cráter visible desde la Tierra, dependiendo de la velocidad y el ángulo de colisión. Con un diámetro estimado entre 40 y 90 metros, el asteroide podría alterar significativamente la superficie lunar, aunque sin representar un peligro para la Tierra o las misiones espaciales en curso.
Monitoreo continuo y comparación con otros asteroides
Tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea (ESA) continuarán rastreando la trayectoria del asteroide en los próximos años para obtener cálculos más precisos. En abril de 2025, el objeto se alejará de la Tierra y será difícil de observar con telescopios hasta su próximo acercamiento en 2028.
Los expertos recuerdan que casos similares, como el del asteroide Apophis en 2004, mostraron una reducción en la probabilidad de impacto con el tiempo gracias a mejores mediciones. Inicialmente, Apophis tenía una probabilidad del 2,7% de chocar con la Tierra, pero con nuevas observaciones, el riesgo se redujo a cero.
Además, la NASA ha ajustado la clasificación del 2024 YR4 en la Escala de Turín, que mide el riesgo de impacto de los asteroides. En un principio, se encontraba en nivel 3, lo que indicaba que requería observación detallada, pero ahora ha descendido a nivel 1, lo que significa que su impacto es extremadamente improbable.
Vigilancia constante, pero sin alarmas
A pesar del leve aumento en la posibilidad de impacto con la Luna, los científicos recalcan que no hay motivo de alarma, aunque seguirán vigilando de cerca su trayectoria. Cada nueva observación permitirá ajustar los modelos orbitales y predecir con mayor precisión su comportamiento en los próximos años.
Por ahora, el mensaje es claro: el riesgo para la Tierra es casi nulo, pero la vigilancia del 2024 YR4 continuará para evitar sorpresas en el futuro.