
El Día de la Hipertensión se conmemora hoy en todo el mundo, justo en el marco de una pandemia por COVID-19 por la que han muerto más de 300.000 personas; buena parte de los fallecidos padecían al menos una enfermedad crónica y la hipertensión arterial es la primera en la lista.
La hipertensión arterial es una condición que se produce cuando los niveles de tensión en la sangre superan los 140/90 mmHg. Conocida como la enfermedad silenciosa porque no produce síntomas y puede pasar inadvertida, la hipertensión puede afectar a 1.500 millones de personas a nivel mundial en 2025, según la OMS.
En el caso de Colombia, según el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud (INS), hasta ayer, iban 14.216 casos positivos, 3.460 recuperados y 546 muertos, entre estos últimos el 23,25% tenía entre sus comorbilidades asociadas la hipertensión. En Cartagena, por otro lado, había 1.197 casos confirmados, 153 recuperados y 64 muertos… en 36 de ellos la HTA figuraba como una de las enfermedades asociadas, entonces surge una pregunta:
¿Las personas con hipertensión tienen mayor riesgo de infectarse, complicarse y morir por el COVID-19?
Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos lo explican así: “Por el momento, consideramos que las personas con hipertensión que no tienen otras afecciones subyacentes no son más propensas a enfermarse gravemente a causa del COVID-19 que el resto. Si bien muchas personas hipertensas se han enfermado gravemente a causa del COVID-19, suele tratarse de adultos mayores o personas con otras afecciones como obesidad, diabetes y afecciones cardiacas graves que hacen que corran mayor riesgo de enfermarse gravemente por el COVID-19”.
Llevando esa respuesta al ámbito local, de acuerdo con los informes diarios de Minsalud y el INS, en Cartagena:
52 de los 64 muertos hasta ayer por COVID-19 tenían alguna enfermedad crónica asociada o comorbilidad y 36 de ellos, con edades entre los 27 y los 94 años, padecían hipertensión así: 9 personas tenían la hipertensión como única enfermedad crónica, pero en todos los casos se trató de adultos mayores: tenían entre 58 y 94 años.
En el resto de casos, es decir, en 25 personas, la hipertensión arterial estaba acompañada por una o más condiciones crónicas como: diabetes, enfermedades cardiacas, obesidad, diferentes patologías renales, cáncer, hipotiroidismo, tuberculosis pleural, extabaquismo, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (Epoc) y asma.
¿Qué deberían hacer los pacientes hipertensos durante la pandemia?
Evitar, como todos los seres humanos, contagiarse, implementando medidas como lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón (por al menos 20 segundos), asegurarse de estar por lo menos a dos metros de sus interlocutores y respetar las medidas de aislamiento preventivo ordenadas por el Gobierno nacional. Los CDC agregan: “Si tiene hipertensión, es sumamente importante que controle su presión arterial para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Tome los medicamentos para la presión arterial según lo indicado, lleve un registro de las mediciones diarias si puede medirse la presión arterial en casa y consulte a su equipo de atención médica para asegurarse de que su presión arterial está bien controlada. Consulte con su equipo de atención médica antes de realizar cualquier cambio con sus medicamentos”.
Independientemente de la pandemia, quienes padecen esta enfermedad, de no llevar un control adecuado pueden estar predispuestos a padecer infartos, angina de pecho, retinopatía progresiva, además de disminuir su agudeza visual, función renal, arritmias, entre otras cosas.
¿Debería seguir tomando sus medicamentos?
CDC: “Sí. Siga tomando el medicamento para la presión arterial siguiendo estrictamente las indicaciones y realice modificaciones en su estilo de vida acordes a su plan de tratamiento. Continúe con sus medicamentos regulares, incluidos los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ACE-I) o los bloqueadores de receptores de angiotensina (ARB) de acuerdo a las indicaciones del equipo de atención médica. Esta es la recomendación de las directrices clínicas actuales de la American Heart Association, la Heart Failure Society of America y el American College of Cardiology”.