Preocupados y atemorizados se encuentran los habitantes del barrio Samarkandapor las fisuras que presenta el jarillón de esa localidad.
Esta situación mantiene en vilo a los moradores, que día tras día son testigos del deterioro del dique de contención aledaño a la Ciénaga Grande, el cual como consecuencia de los continuos aguaceros y al paso constante de vehículos se está agrietando.
Aunque en la actualidad no existe peligro para la comunidad, la situación podría empeorar cuando el invierno encrudezca y la estructura colapse totalmente, lo que podría ocasionar daños en más de 100 viviendas.
“Necesitamos que la Administración Municipal nos escuche, porque sabemos que apenas crezca la ciénaga nos inundamos, por eso desde ya, hay que tomar medidas y realizar los trabajos que se requieran”, manifestó Daniel Hernández Ortega, habitante del barrio Samarkanda.
Puntos críticos
Al menos, en 45 puntos hay grietas de gran tamaño que requieren la intervención de expertos.
El jarillón sufre también afectaciones por la erosión y socavación del terreno, disminuyendo notablemente su extensión.
“Cuando entregaron la obra medía 6 metros de largo, pero en estos momentos escasamente alcanza los 2 metros. Necesitamos que Cormagdalena cumpla con las pólizas que establece el contrato”, precisó Hernández Ortega.