Una de las consecuencias del Fenómeno del Niño ha sido la reducción del cauce en el río Magdalena, lo que ya ha generado dificultades en la navegabilidad sobre la principal arteria fluvial del país.
El punto más crítico está en el tramo entre Barrancabermeja, en Santander, y San Pablo, ubicado en el extremo sur de Bolívar, en el que ya se ha presentado sedimentación y varias embarcaciones han tenido que retrasar su viaje.
A la altura de Magangué los bajos niveles del caudal han comenzado a afectar la circulación de las embarcaciones (chalupas y motocanoas). En el Muelle Fluvial de Pasajeros están preparados ante cualquier eventualidad.
Las autoridades esperan que a finales de marzo empiecen nuevamente las lluvias para restablecer el caudal de las aguas.