La Auditoría General de la República recomendó liquidar los fondos de bienestar de las contralorías territoriales, debido a que algunos se están utilizando para fines distintos a su misión.
La entidad ha detectado que en algunas contralorías se financian actividades con dineros de los fondos distintos a su misión, malversando cerca de 1.964 millones de pesos.
Se advierte que incluso los fondos se han convertido en la caja menor de las contralorías, y los recursos que deberían ser destinados para el bienestar de los empleados se invierten en botellas de agua, papelería, suministro de elementos de aseo y cafetería, viajes de turismo, mantenimiento de vehículos y contratación con terceros.
“Es necesario ponerle orden al manejo de los recursos destinados al bienestar social de los funcionarios, pero ejecutarlos directamente por las contralorías, por cuanto la figura de los fondos se ha ido convirtiendo en una manera de obviar el control y tercerizar la contratación, en algunos casos” indicó el Auditor General, Carlos Hernán Rodríguez.
Actualmente de las 65 contralorías territoriales, en 30 de ellas se han organizado este tipo de fondos de bienestar social: 15 como fondos cuenta y 15 como establecimientos públicos; Las 35 contralorías restantes ejecutan directamente los recursos asignados en los rubros de bienestar social y capacitación.
A la Auditoría General también le llama la atención que el número de funcionarios de las contralorías que cuentan con estos fondos es realmente bajo, en comparación con las que no los tienen; tal es el caso de los organismos de control del Vaupés que tiene 6 funcionarios, Guainía 7, Amazonas 8 y Vichada 9, situación que no justifica la creación de este tipo de fondos.